EL VALOR DE COMENZAR DE CERO
Mercadotecnia y Publicidad es la carrera que eligió Nanci Galaviz, después de haber renunciado a su sueño de niña de ser astronauta y futbolista profesional, sin embargo, su trabajo con Volaris la llevó a disfrutar de una de las cosas que más le apasionan: observar el cielo y sus componentes.
Aunque sus actividades no consistan en volar el avión, su trabajo permite que otros puedan tener la posibilidad de vivir la experiencia de estar entre las nubes.
Nanci Aidé Galaviz Lomelí, Responsable de la jefatura de desarrollo de mercado México y Estados Unidos en Volaris
PASARELA DE EMBARQUE
Chilapatía, es como ella describe sus orígenes, de nacimiento jalisciense, pero con una vida en Ciudad de México, donde se formó y comenzó su recorrido por las líneas aéreas.
Su primer empleo en el mundo de los aviones fue gracias a la invitación de una compañera de la universidad, para trabajar como asistente del director regional de una aerolínea, fue ahí en donde aprendió las bases para ir formando la trayectoria con la que actualmente cuenta, desde políticas públicas, ventas y costos de vuelos.
UN NUEVO MODELO
Tras cinco años trabajando en la aerolínea en la Ciudad de México (CDMX), su madre enferma de cáncer, lo que provoca que sus planes cambien, ya que las quimioterapias se llevaban a cabo en Guadalajara.
Después de buscar el cambio de plaza en su actual trabajo y no obtener éxito, aparece Volaris en el mapa, y de su ala una llamada por parte del director de ventas, quien la citó para hablar sobre su proyecto.
El primer encuentro con la aerolínea no fue el que definiría su destino, ya que fue recibida por parte de recursos humanos y la vacante de este puesto seguía siendo en CDMX. Ella decide informar al director de ventas su agradecimiento por considerarla, a lo que él responde con una nueva reunión.
Es en la segunda reunión en donde conoce el concepto de low cost, con el cual la gente que antes no podía subir a un avión, lo pudiera hacer; a pesar de lo interesante que sonaba la explicación, Nanci insistió en que quería irse a Guadalajara y es ahí en donde la oferta para abrir la oficina del occidente le es presentada y su vida da un giro de 180 grados.
Al aceptar la propuesta, decide llamarle a su madre para darle la noticia y pedirle que buscara un sitio donde vivir, ella no pudo contener las lágrimas de la emoción.
“Mi mamá ya había tomado la decisión de regresar a la Ciudad de México, incluso estaba a punto de llamarme para darme la noticia”.
“Entrar en un modelo de negocio que no existía y hacer que la gente se diera cuenta del cambio que iba a suceder en la industria de la aviación, con el concepto de bajo costo, fue una de las tareas más difíciles; siempre hay quien dice que no va a funcionar, sin embargo, uno debe estar seguro, no dudar de lo que es tuyo y saber que hay que tener muchísima paciencia y que todo es una curva de aprendizaje para la gente, con sus procesos de negación, enojo, duelo y aceptación”.
“Tocar la puerta de las agencias y presentar a Volaris como una nueva aerolínea, el concepto y la resistencia de la gente ante un nuevo modelo, ese fue el reto”.
“Me cerraron mil puertas, literal de no, no me dejaban ni pasar y pues hay que respetar a quienes no estaban preparados para un cambio; todas las agencias de fuera de la ciudad eran mis agencias más fuertes, con las que comenzamos a tener una fidelidad y una relación muy estrecha, a ellos se les acomodaba bien el modelo, se adaptaron, lo ofrecieron y supieron venderlo”.
EL DESPEGUE
La nueva manera de comercializar fue mostrar la accesibilidad de viajar en avión, que la gente lo viera alcanzable y, además, el unir familias, es con ello con lo que comienzan a trabajar y a desarrollar en las agencias, lo que provocó un cambio en las otras aerolíneas.
Fueron alrededor de ocho meses hasta que Nanci vio los resultados después de haber logrado la aceptación, el romper con el pensamiento de la gente y comenzar a penetrar en el mercado.
Ella recuerda con nostalgia su primer meta de ventas, que en ese entonces fue de 50 mil pesos y que al cumplirla no dudó en celebrarlo con su equipo en grande.
Iniciando como ejecutiva comercial y ahora encabezando la jefatura de desarrollo de mercado México y Estados Unidos con ocho personas a su cargo.
“Su crecimiento fue a la par de Volaris, aceptando más responsabilidades e ir escalando a dimensiones más grandes”.
Con su nuevo puesto de trabajo viene a ser la cabeza de un equipo, liderar a cada uno para crear un plan estratégico que se pueda implementar en el desarrollo de rutas o proponerlas, y con ello hacer una negociación con los entes privados o gubernamentales para realizar un acercamiento e iniciar con la difusión y publicidad.
“Es un reto tener personas a tu cargo, en especial porque estamos dispersos, no es como que llegas a la oficina y ves a todos, aquí no, todo es virtual y a distancia, ese es otro de los retos, el saber cómo llegar, cómo seguir conectados, cómo conocerlos a través de la distancia y mantenernos unidos como equipo”.
“La gente que está en el equipo es un equipazo, que se adapta muchísimo y conoce perfectamente el modelo de negocio y cree en él, y desde su trinchera donde están han crecido y desarrollado los mercados que les corresponden”.
TURBULENCIA
Durante el proceso de cambio de residencia, el nuevo trabajo, un proceso de divorcio, las quimioterapias y el acompañamiento que ella misma se exigía para no dejar sola a su mamá, provocó que Nanci cayera en un cuadro de depresión, debido a la carga que iba acumulando; trabajar hasta las 3 de la mañana, cuidar a su mamá por las noches y observar su deterioro, a tal punto de llegar a un quiebre emocional que la llevó a pedir ayuda.
“No fue fácil, porque traía cargando todo, era como una olla exprés, no tenía amigos o a donde salir, la presión del trabajo y quedar bien, mi mamá; entonces si fue un punto grave de depresión, que tuve que buscar ayuda“.
Con el tratamiento, Nanci logró ir haciendo su camino para identificar lo que estaba viviendo y de esta forma salir adelante, con el tiempo su madre fallece y su padre enferma de los riñones y muere seis años después.
“Una de las cosas que más me gusta de Volaris, es que siempre eres escuchado, ninguna idea es tonta, quizá en ese momento no pueda funcionar porque no es el tiempo preciso pero lo que hago con todas esas ideas es guardarlas, porque no sabes si en tres meses esa idea pueda funcionar”.
SER PARTE DE LA CONEXIÓN
Dentro de las satisfacciones que ha experimentado durante el tiempo que lleva en Volaris es ser parte de la historia de un proyecto en crecimiento, de haber estado presente desde los inicios con solo dos destinos a lo que ahora son más de 100 ciudades.
“Quiero agradecerles a las agencias de viajes porque creyeron y son parte de estos 16 años acompañándonos, creciendo la industria y ayudando a la gente a volar por todo México, uniendo familias y también por darse la oportunidad de probar y confiar en nosotros”.