Sin escalas a mi país de fantasía: Alemania
¡Hola! Soy yo nuevamente, Jimena Romero, y estoy lista para llevarlos a un nuevo destino del mundo a través de la imaginación y mi Maleta de Sueños.
¿Alguna vez han jugado Turista Mundial? Yo soy esa jugadora que hace lo que sea por caer en la casilla de Alemania y comprarla. El gusto que tengo por este país es desde pequeña cuando me mostraban fotografías de sus pueblos, ciudades, castillos y calles; creía firmemente que era un mundo de fantasía en el que podría conocer una princesa si tomaba un avión mágico y secreto. Los años han pasado y el concepto fantasioso de Alemania ha cambiado, ¡pero sólo un poco! Aún creo que hay ciudades con un encanto mágico.
Un viaje por carretera será todo menos pesado si se tiene como recorrido la ruta romántica de Baviera, Estado compuesto por 29 ciudades y pueblos. Los amantes de andar en coche no querrán perderse cada calle y pueblito.
Wurzburgo es la ciudad que marca el comienzo de la ruta, en ella coexisten lo barroco y lo moderno sin dañar la estética de este lugar que ha sido declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Una recomendación que puedo hacer es visitar el palacio barroco o bien, caminar y encontrar los muros y recintos donde yacen las obras de quien fue considerado el último gran del barroco, Giovanni Battista Tiepolo.
La ruta sigue
No hay que olvidar que, en Núremberg, al norte de Baviera, existe uno de los mercados más antiguos y grandes de Navidad de Alemania. Su calidez y espíritu te hacen experimentar esa emoción de niño y al caer la noche presenciarás inmensas hileras de puestos decorados con luces decembrinas donde venden artesanía de madera, decoración tradicional navideña, dulces, pan de jengibre, salchichas a la parrilla y vino caliente… ¡todo se me antoja! Bueno, soy menor de edad y no puedo consumir alcohol, pero no me exenta de disfrutar los placeres de visitar el mercado de Núremberg.
Tan sólo llevamos dos paradas y el trayecto faltante aún es extenso. Continuemos con Tauberbischofsheim, ciudad con más de 1,250 años de historia, es pequeña, pero con grandes razones para visitarla, como el Castillo de Kurmainzisches o su ayuntamiento de arquitectura neogótica.
Rotemburgo es casi, casi un obligado al ser uno de los pueblos más famosos de Alemania y tener mejor conservado su origen de la Edad Media. La torre Galgentor es una de las tantas puertas por donde se puede acceder, ya que su casco antiguo está protegido por una muralla circular. Lo que hizo centrar mi atención en esta ciudad, además de su marco histórico un tanto intenso pero interesante, fue la plaza de Plönlein, aquí la vista es perfecta hacia las torres Kobolzell y Sieber. Un extra de este destino es Marktplatz, su plaza mercado desborda en ambiente y hay eventos y feria de manera continua.
¿Ahora entiendes por qué Alemania es tan mágica a mis ojos? No puedo esperar a ir y tomar mil y una fotografías. Puede que necesitarás, una que otra memoria más para tu cámara, porque la inmensidad y diversidad que existe en este país es exorbitante.
¡No te frenes, haz tu maleta y realiza el viaje de tus sueños!