DESDE LOS HIMALAYAS 298
Es para mí un gusto el compartir estas líneas y platicarles un poco de Jesús Romero.
Recuerdo a Jesús como un joven emprendedor que decidió crear varias empresas, entre ellas recuerdo a Distribución Dinámica, con la que tuvimos nexos comerciales y por la cual nuestro producto llegaba a todas las agencias de viajes de la región, en el tiempo donde la información impresa era imprescindible.
Por ahí del 2009 es que nace ABZ Turístico; el mercado ya tenía otras revistas, pero éstas se manejaban desde la Ciudad de México, y gracias a su visión, Jesús creó una revista elegante, agradable al tacto y digna de lucirla en cualquier lugar; no hago menos el contenido ni mucho menos, eso precisamente caracterizaba al buen Jesús y a todo su equipo de trabajo, un contenido innovador y una revista gruesa y de alta calidad que se ganó rápidamente su lugar en el mercado.
Recuerdo bien cuando Jesús me vino a ver para ofrecerme participar en la revista, le dije que veía complicado que una revista de esa calidad fuera a ser rentable por el costo de la impresión, sobre todo porque aún no tenía un nombre y una credibilidad, y porque yo tenía que hacer rendir el escaso presupuesto de esos tiempos en revistas con mayor posicionamiento. Le pedí a Jesús que me visitara al año siguiente y que si la revista adquiría un lugar y yo la veía en las agencias, participaría con él… y eso fue lo que sucedió, así que nos hicimos clientes de ABZ Turístico desde mediados del año 2010 y lo seguimos siendo a la fecha, porque con Jesús, lo que se contrataba se llevaba a cabo, así que lo recuerdo como una persona íntegra y de esas que cada día es más complicado conocer.
Ese fue el inicio de una amistad con un hombre humano, noble y educado, amante del deporte y de los viajes; recuerdo algunos que hice con él, y muy especialmente uno a Turquía por ahí del 2015 cuando Mega Travel ya cumplía 15 años de existencia y de promocionar ese bello destino. Jesús viajó conmigo a Turquía; visitamos Estambul, Capadocia, Ankara, Éfeso, entre otras ciudades y disfrutamos mucho de la gastronomía turca. Cómo olvidar un día en el que la noche anterior tomamos algunas copas, (él no tanto), y al día siguiente desviamos el autobús para llegar a un poblado fuera de ruta en donde comimos un riquísimo menudo turco.
Recuerdo a un Jesús aficionado al fútbol, así que me tocó conseguirle boletos para diversos mundiales y ver cómo disfrutaba de viajar muy a su manera, siempre aprendiendo y expandiendo su saber.
Jesús fue amigo, padre, esposo, hijo y un ser humano extraordinario. Su partida fue inesperada para mí y muy dolorosa, pero sé que nos volveremos a ver y también sé que dejó en el plano terrenal a muchas personas que lo aprendimos a querer tal y como era, no perfecto, pero sí humano, muy humano.
Jorge Leanza
Director General Guadalajara
Mega Travel Occiedente