Desde Los Himalayas 308
Conocí a Jesús hace muchos años (yo creo que poco más de 14), en uno de esos eventos de la industria donde todos terminamos cruzándonos una y otra vez. Desde el principio hubo una gran conexión; era imposible no llevarse bien con él. Siempre tenía una sonrisa, una opinión directa y una enorme disposición para ayudar. Para mí, Jesús fue un gran colega y amigo que siempre ofreció su apoyo incondicional a CWW, con su respaldo, nos ayudó a consolidar muchos de nuestros proyectos, especialmente en el Occidente del país.
Jesús y ABZ Turístico se convirtieron con el tiempo en un verdadero referente del buen periodismo turístico. Su manera de contar las cosas, con ese toque humano y cercano, inspiró a muchos de nosotros a seguir elevando el nivel de lo que hacemos en esta industria. Él creía en el trabajo bien hecho, en la honestidad y en la colaboración genuina, valores que siempre hizo notar sin necesidad de grandes discursos.
Recuerdo con especial cariño las veces que me insistía en que corriéramos juntos el Maratón de Houston. Yo le decía que lo mío no era correr, y él, con esa energía que lo caracterizaba, me respondía que al menos hiciera la carrera de 5K. Lo hablamos muchas veces, y gracias a él terminé participando en un par de carreras de algunas ferias de turismo. Nunca logramos concretar ese viaje juntos, pero cada vez que pienso en esa meta pendiente, me sonrío y me acuerdo del buen “Yisus”.
Jesús fue de esas personas que dejan huella sin proponérselo. Con su amistad, su pasión por el turismo y su enorme profesionalismo, nos enseñó que en esta industria las relaciones personales valen tanto como los resultados. Lo recuerdo con gratitud, con cariño y con la certeza de que lo que dejó sigue vivo en cada historia bien contada, en cada número de ABZ y en cada vez que intento… aclaro intento, participar en una carrera.
Mauricio González
CEO
CWW México







