Un paseo por Grapevine, ciudad texana con alma festiva
Paul W. McCallum, de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Grapevine, fue uno de los anfitriones del viaje; nos sorprendió saber que tiene 30 años ejerciendo el puesto, al igual que el alcalde de la ciudad, electo desde hace más de 40 años.
En tu visita a Texas, lo más seguro es que hayas llegado al aeropuerto de Fort Worth, el cual tiene la mayor parte de su terreno en la ciudad de Grapevine, ¿lo sabías? Este dato es poco conocido, por eso sus habitantes hacen broma continua de su ubicación.
Ahora que lo sabes, no dudes en visitar Grapevine tal como lo hicimos al ser invitados por la Oficina de Turismo de Texas, quienes (como siempre) fueron unos excelentes anfitriones, ¡prueba de ello son todas las actividades que realizamos!
Todos los días son buenos para celebrar
Al estar tan cerca del aeropuerto, Grapevine es una ciudad que se llena de festivales los 365 días del año, ya que reciben visitantes de todo el mundo, en su mayoría australianos.
Sé testigo del Grapevine Main Street Fest, que por tres días convierte la ciudad en una fiesta llena de cerveza artesanal; cerca de 40 cervecerías de 16 estados de EE.UU. se dan cita para dar a probar sus estilos. Puedes recorrer toda la avenida principal para catar una Pale Ale, Bock, Pilsner, o bien, entrar a su jardín donde podrás comprar un pase válido por ocho pintas y al final podrás votar por tu favorita para el concurso de la cerveza más popular.
Si de verdad eres fan del movimiento cervecero, te vas a encontrar a las “Beer sisters”, hermanas que van a todos los festivales cerveceros de EE.UU. y Canadá y que poseen amplio conocimiento de la espumosa.
¡Aquí no acaban los festivales! En abril encontrarás el Jazz Wine Trains, donde el tren del siglo XIX se viste con jazz y vino, el ambiente ideal para las parejas; el 4 de julio el cielo se llena de colores con el festival de fuegos artificiales, y en diciembre toda la ciudad se contagia del espíritu navideño pues hoteles, el centro histórico y hasta las vías se transforman en un expreso polar.
¡Lo que sobra es qué hacer!
Un día en Grapevine no es suficiente; además de sus festivales, el lugar está rodeado de actividades para chicos y grandes. Los pequeños pueden ser felices en Legoland o el acuario, y toda la familia puede recorrer el centro histórico, ir al lago Grapevine o ir de “shooping” a Grapevine Mills, donde tus impuestos serán devueltos en el Tax Free.
Para lo grandes están las visitas a los salones de cata y bodegas de vino que se ubican por el centro histórico, donde aprenderás más sobre la cultura vinícola y hasta te sentirás sommelier al apreciar las notas de cata.
Tres de los lugares que visitamos fueron Wine Fusion Winery, Umbra Winery y Grape Vine Springs Winery, donde tiene más de 30 vinos en producción locales y las mejores etiquetas del mundo. En Texas hay un gran arraigo en la cultura del vino, por algo están en el top 10 de producción en su país.
Para agregar un toque deportivo, visita el Cowboys Club Golf, de los pocos campos de golf dedicados a un equipo de la NFL, ¡Los Vaqueros de Dallas!, aquí puedes ir al campo de tiro y practicar un poco la puntería.
Más que un lugar para dormir
En cuestión de hospedaje, la ciudad tiene más de 20 propiedades, de las cuales tuvimos la oportunidad de conocer dos.
The Gaylord Texas Resort fue el hotel que nos hospedó; más allá del buen servicio quedamos encantados con su domo central que parece un pequeño parque de recreación, pues cuenta con una exhibición de trenes y hasta el escenario de El Álamo en escala. Además, en fechas decembrinas todo aquello se convierte en una oda navideña que fácilmente podría ser la casa de Santa Claus.
La otra opción es Great Wolf Lodge; desde la entrada este hotel hace honor a su nombre al recibirte con dos enormes estatuas de lobos. ¿Y qué encontrarás en su interior? ¡Un parque acuático! El hotel tiene piscinas con agua templada y toboganes en donde todos podrán divertirse; sus habitaciones son tipo cabaña y por si fuera poco, en el exterior cuenta con otro parque acuático.
A prender locomotoras
Para cerrar con broche de oro y conocer los alrededores, ¿qué tal un paseo en un tren que data del siglo XIX? Se trata del Grapevine Vintage Railroad que opera todo el año y sale de Grapevine con destino a Stockyards en Fort Worth; una vez ahí puedes ser partícipe del tradicional arreo de ganado “cuernos largos”.
En el trayecto puedes observar los detalles del tren y, si vas en alguna fecha de festival, disfrutar de las amenidades que se brindan en su interior, desde comida hasta música en vivo.
¿Aún tienes dudas de qué puedes hacer en Grapevine? Haz una pausa en tu próximo viaje para que lo descubras.
Cualquier aerolínea con vuelos al aeropuerto de Fort Worth en Texas será tu opción para llegar a la ciudad de Grapevine.