CARTA DEL DIRECTOR 260

En nuestro amado México celebramos fechas especiales cada mes, muchas de estas son alusivas a nuestra historia como país, pero sin duda las que más nos mueven son las que conmemoran nuestras tradiciones, tan auténticas que se han convertido en referente de nuestra cultura para el resto del mundo, como el Día de Muertos que, aunque se celebra en muchos países, como en México no hay dos.

Crecemos ante situaciones difíciles, comemos todo con chile ¡hasta los dulces!, la chancla es la herramienta disciplinaria más eficaz y una infinidad de cosas que nos definen y nos hacen sentir orgullosos de ser mexicanos.

Todos los días del año tenemos en nuestra memoria y corazón a ése ser querido que se nos adelantó a una mejor vida y nos dejó una profunda huella, pero particularmente aprovechamos este 02 de noviembre para honrar su memoria en el altar de muertos. El que colocamos en casa tiene varias fotografías, la de mi madre es la principal, es una forma de celebrar su paso en esta vida en la cual tuve la infinita fortuna de ser su hijo.

Ella además de darme la vida me enseñó todo, lo bueno que hay en mi es gracias a ella, al amor incondicional y sin límite que perfectamente combinado con una educación basada en principios de respeto, de honestidad… de esos que te permiten reconocer tus errores y pedir perdón, de los que te hacen sentir orgulloso de tus logros pero mantener la humildad, de los que ante la adversidad te permiten saberte vulnerable y hasta débil, pero lo suficientemente capaces para levantarse por sí mismos y por qué no, pedir ayuda con humildad; ella me enseñó a ser un auténtico mexicano, a reírme de mis desgracias pero a encararlas con seriedad y salir adelante, pero sobre todo me enseñó con el ejemplo a abrazar con toda responsabilidad y amor los más grandes logros que podemos tener: a nuestros hijos, a la familia, ella era profesora, de esas que lo daban todo por su profesión, por sus alumnos, era estricta, sí, pero con una capacidad excelente de enseñar, no solo de manera eficaz y con vocación, sino con paciencia y cariño a sus alumnos, lo que se refleja en los cientos de alumnos de diferentes generaciones que aún la recuerdan con afecto, yo la recuerdo como la persona más importante en mi vida, mi maestra, mi madre Martha.

En nuestro altar en casa están también mi abuela materna Rosita, con quien pase los primeros años de mi vida y de quien recuerdo su tierno rostro siempre sonriente, sus abrazos que me hacían sentir seguro y feliz y sus riquísimas gorditas dulces cada viernes; junto a ella el abuelo Luis, mis abuelos paternos y Juan Bosco, mi mejor amigo de la adolescencia y por parte de Fabi, la foto de su abuelita Sarita es infaltable (su ratita, como le decía de cariño) y también las dos fotos de sus abuelos maternos, que aunque no tiene tantos recuerdos con ellos, de igual manera tienen un lugar importante en su corazón… y tú, ¿a quién trasladas de tu corazón y mente a un altar este 02 de noviembre?

Muchísimas felicidades a Daniel Ruiz, director general de la operadora Ruta Maya Travel y a todo su equipo por su longeva historia de éxito, en las páginas de esta, nuestra penúltima edición del año encontraremos la reseña de las celebraciones de su 17 Aniversario, compartiendo con cerca de 500 agentes de viajes y socios comerciales en un escenario que no podía ser mejor para la ocasión, el flamante Hotel Xcaret Arte que por cierto es protagonista de nuestra portada de noviembre.

Quiero aprovechar este espacio para darle la bienvenida a Marisol Chávez quien se une al equipo de ABZ Turístico en el departamento editorial junto a Wendy Pérez, ambas cuentan con todo el apoyo del resto del staff de nuestra pequeña pero gran compañía.

Jesús Romero Palacios
Director General