FORT WORTH: UNA CIUDAD CON CORAZÓN VAQUERO
Hay quienes creen que con el avance de la modernidad las tradiciones van desapareciendo y ciertas costumbres se van olvidando. Sin embargo, al norte de Texas, se ubica la 12va ciudad más grande de Estados Unidos: Fort Worth.
A pesar de su gran territorio, su esencia sigue siendo igual que la de una más pequeña. Donde la música country acompaña momentos especiales, el arreo de ganado se observa dos veces al día, las actividades al aire libre llenan de energía a las familias y las exposiciones de arte y presentaciones de ópera le dan ese toque de gran ciudad. Es el estilo cowboy que se fusiona con el progreso que se ve en sus grandes edificios y los outlets con grandes tiendas de marcas de lujo.
En este destino los viajeros encontrarán actividades de todo tipo, desde una tarde de emociones en un partido de los Vaqueros de Dallas, a una noche bailando honky-tonk en Billy Bob’s Texas o degustando unas enormes costillitas BBQ.
¡Tomen su tejana para conocer Fort Worth!
DE BOTAS Y SOMBRERO
La primera parada fundamental al visitar Fort Worth es ir al Distrito Histórico de los Stockyards, en donde su vida vaquera está en cada rincón. En especial durante las 11:00 am y 4:00 pm, que es cuando ocurre el tradicional arreo de ganado de los toros de grandes cuernos, su cornamenta puede llegar a medir hasta ¡dos metros cada uno!
Los vaqueros a lomos del caballo guían a los animales hacia otro rancho todos los días. Siendo este un espectáculo que fascinará y sorprenderá a chicos y grandes.
Ahí mismo podrán encontrar diversas opciones de restaurantes donde pueden degustar de la comida local como costillitas BBQ, alitas e incluso ¡tacos! Las tiendas de souvenirs los proveerán de distintas opciones de botas y sombreros para estar con todo el estilo cowboy que inspira la ciudad.
DORMIR EN UNA HACIENDA TEJANA
No muy lejos del Distrito Histórico se encuentra el Hotel Drover, una propiedad con elegancia tejana. La gran hacienda con techos altos tiene en su interior diferentes detalles como sombreros en estanterías, cuernos en las paredes, una gran chimenea e increíbles habitaciones equipadas con amenidades al estilo del oeste. ¡Una experiencia que complementará la estadía en la ciudad vaquera!
Otra opción de hospedaje es el Hotel Stockyards, un lugar lleno de historia que se ha mantenido en pie desde hace más de ¡100 años! Ha sido remodelado con el paso del tiempo para seguir consintiendo a sus huéspedes. Los detalles de madera como mecedoras y ventiladores de techo le dan esa esencia rústica y acogedora que se percibe en los ranchos, dándole un sabor de hogar.
BAILANDO HONKY-TONK
La música y la fiesta también son parte del quehacer de este distrito, y uno de los lugares emblemáticos para disfrutar de ambos es en Billy Bob’s Texas, ¡el centro de entretenimiento country más grande del mundo!. Este es el punto de reunión para conocer de primera mano los pasos del famoso honky-tonk. Una vez entrando al recinto podrán notar que sus visitantes lucen toda la indumentaria vaquera. Además de aprender los movimientos del conocido baile, los viajeros pueden divertirse en un toro mecánico, cantar y por qué no, degustar alguna cerveza local.
HISTORIAS VAQUERAS
Para conocer un poco más de la cultura vaquera una visita al Museo y Paseo de la Fama del Vaquero ubicada en el Distrito Histórico, debe ser parte del viaje de sus clientes, en donde conocerán la historia del rodeo y ganadería, así como el espíritu competitivo y pionero de los trabajadores del rancho.
Por otro lado, el Museo y Salón de la Fama Nacional de las Vaqueras localizado en el Distrito Cultural también tiene que ser una de las paradas a realizar. Es el único establecimiento en el mundo dedicado a honrar a las mujeres que cuyas vidas son ejemplo de coraje, resiliencia e independencia. Aquí encontrarán exhibiciones interactivas, permanentes e itinerantes.
EN EL RODEO
Al ser una ciudad con historia ganadera, las presentaciones en los circuitos de rodeo son una de las principales atracciones. Ver a los vaqueros tratando de mantenerse sobre el toro o caballo; intentar atrapar a un caballo o ternero con el lazo e incluso ver a los payasos haciendo reír a los espectadores, quienes claro están ataviados con sus impresionantes atuendos de piel y mezclilla.
UNA TARDE EN EL DISTRITO CULTURAL
El arte también es parte de los atributos de la ciudad. En el Distrito Cultural están establecidos museos como el Museo de Arte Kimbell y el Museo de Arte Moderno, en los cuales pueden encontrar obras maestras de Miguel Ángel y Picasso, entre muchos más.
Sus exposiciones brindan un plus diferente a la visita, ideal para pasar el día contemplando y aprendiendo un poco de los tesoros que esconden sus paredes.
Muy cerca del distrito, el Jardín Botánico regala una postal llena de color con sus diferentes jardines, entre ellos: el jardín japonés, el de las rosas, del cactus y muchos más. También es escenario del Festival Japonés en donde hay diversas presentaciones y música; en ocasiones hay venta de plantas y en primavera pueden encontrar un mercado artesanal.
Si las ganas de continuar recorriendo senderos es algo que les sigue apeteciendo, el Parque Trinity tiene diversas opciones para continuar con una tarde llena de actividades, como una tranquila caminata o si las energías están todavía a flor de piel, pueden hacer trayectos en bicicleta o navegar a kayak en el río.
DE PASEO EN SUNDANCE SQUARE
En el centro de la ciudad se sitúa Sundance Square, hogar de diferentes cadenas de ropa y tiendas, así como restaurantes al aire libre y bares. El lugar perfecto para hacer shopping y después disfrutar de una relajada velada degustando un gran filete o el BBQ tejano.
Y si lo que buscan los viajeros es disfrutar de una noche repleta de espectáculos, el Bass Performance Hall es el recinto cultural en donde las artes escénicas se reúnen: ballet, ópera o conciertos de la sinfónica.
PELÍCULAS DEL OESTE
Para los fanáticos de las películas de vaqueros, el museo John Wayne: An American Experience detalla la vida y obra de uno de los actores quien fuera parte de estas famosas piezas cinematográficas.
Las exposiciones cuentan con fotografías, cortos de sus películas, vestimenta e incluso el Oscar del actor. Así como su trabajo como director e historia familiar.
ALISTANDO MOTORES
No solo hay rodeo y presentaciones artísticas, ¡también carreras NASCAR! En Fort Worth hay un sinfín de lugares que sus clientes pueden conocer y vivir diversas aventuras que se convierten en grandes anécdotas. Una, por ejemplo, es asistir al Texas Motor Speedway, es el autódromo en donde la adrenalina está en su máximo esplendor y la velocidad corre por las venas tanto de espectadores como de pilotos.
¡Una experiencia que hará vibrar a todo el recinto!
CON LOS PEQUES EN EL ZOO
Un imperdible sensacional para toda la familia es el Zoológico de Fort Worth, aquí los más pequeños estarán maravillados con las diversas especies de animales que se encuentran resguardados.
Visitarán diferentes hábitats como la Sabana Africana con sus jirafas, gacelas y avestruces e incluso ¡hipopótamos! En el área de elefantes su nuevo integrante los llenará de ternura, se trata de Brazos, un bebé elefante asiático.
Serán transportados hasta Australia, y verán de primera mano a los canguros, anguilas, hasta tiburones de arrecife de punta negra. Además, en el Museo de Arte Vivo (MOLA, por sus siglas en inglés) observarán dragones de komodo , cocodrilos y pitones, por mencionar algunos.