La actitud del servicio
Daniel López
ejecutivo de distribución y desarrollo
de mercados de Volaris
Si estuviéramos en la el programa de David Letterman de “No necesitan presentación”, Daniel López sería uno de los invitados, siempre sonriente, amable y con la bandera de Volaris al frente, es uno de los rostros más conocidos en el medio, pero esta vez queremos contarte un poco más sobre su trayectoria y los retos asumidos en su carrera.
Con 15 años en la aerolínea (justo en mayo los cumplió) y siendo un “Embajador fundador” de la misma, es difícil concebir que hubo otras empresas detrás, pero Daniel no olvida sus inicios y aquellas que lo motivaron a estar dentro del turismo.
“Inicié en la agencia de viajes Leonarwill, también en Heguso y por cuatro años formé parte de Imacop, en el área de reservaciones, en todas aprendí mucho, pero está en mi instinto el querer aprender más y la verdad desde niño me gustaron los aviones, desde chico decía que quería ser piloto, buscaba la Fuerza Aérea y otras escuelas, pero no se dio”.
Daniel nos confiesa ser turistólogo de corazón, pero la verdad es que, al mismo tiempo que trabajaba en agencia de viajes tuvo la oportunidad de estudiar turismo, sin embargo, su personalidad la sintió más afín para formarse como comunicólogo.
Un despegue anunciado
Su primer contacto con aerolíneas fue en Interjet, desempeñándose en el área comercial y después en aeropuerto, justo a los cuatro meses de estar ahí Volaris comenzó operaciones (en marzo de 2006) y lo buscaron para que se integrara a sus filas.
“Al invitarme de entrada dije que sí, aunque acababa de entrar a Interjet a mí me llamaba mucho la atención Volaris, desde sus colores y la mercadotecnia que usaban, no se me olvida el eslogan de los comerciales que veía en ese entonces: ‘vuela nuevo’.
Me invitaron a la inauguración del primer vuelo que fue Toluca-Guadalajara y el jefe de aeropuertos me pidió mis observaciones, se las detallé y me dijo: ¿cómo ves, le entras? Yo no tenía tanta experiencia, pero él me respondió que en Volaris querían gente con ganas, con nuevas ideas y ganas de crecer”.
Primero hay que poner pies en tierra
Con nostalgia Daniel recuerda sus primeros años en Volaris, cuando a manera de broma relata cómo era un “similito”, nombre que en el argot del medio daban a los asesores de servicio al cliente.
“Me encantaba aeropuerto, ahí no sabes cuándo es lunes o viernes porque la operación es intensa; los aviones abren y tienes 30 minutos para cerrarlos con clientes a bordo, limpieza de aviones, embarque y desembarque de clientes y maletas, todo contrarreloj y priorizando la seguridad”
Por cuatro años estuvo en aeropuerto y nos confiesa que desde el año dos lo intentaban convencer de pasar al área comercial, fue hasta en 2010 y en gran forma por su compañera y amiga Nancy Galaviz que decide tomar el reto, además de un suceso personal.
“En 2010 pierdo a mi papá y cambiarme al área comercial fue muy importante, porque significó cambiar la rutina de mi mente, a pesar de saber que nunca me olvidaría de mi papá. Lo vi como la oportunidad de hacer algo diferente, nunca he sido de quedarme estático”.
Tomando vuelo
Si algo se ha adherido en Daniel es la disciplina y los tiempos, nos dice que todos los días sin necesidad de reloj él está listo a las 09:00 horas para trabajar o lo que se ofrezca y se siente profundamente apasionado por su trabajo, pues debido a la expansión de Volaris no ha habido temporada monótona y sin retos.
“Cuando yo inicié tenía la mitad de Jalisco, Aguascalientes y Zacatecas y actualmente ya tengo a Jalisco completo más Colima, Nayarit, Veracruz, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y la parte de Costa Rica.
En realidad, mi puesto no es ser un ejecutivo de ventas, nuestra área se llama: Distribución y desarrollo de mercados, nos enfocamos desde que va a nacer una ruta, el seguimiento de apertura, mantenerla y darle seguimiento a cada una. Tan sólo en Guadalajara tenemos 43 rutas, entonces hay mucho trabajo por hacer”.
Hasta hoy Daniel se ve muchos años más con Volaris y ha asumido retos como ser parte del equipo de apertura del hub de Costa Rica, se siente parte de una familia donde a diario se demuestra que:“viajar no es caro, sino que hay que saber viajar”.
“Soy empático con las agencias de viajes porque cuando yo estuve en una las aerolíneas eran inalcanzables, olvida que alguien te contestara para disipar dudas de clientes. Yo me puse como meta que todos fueran parte de Volaris, en eso me siento muy satisfecho porque los clientes sienten ese respaldo, saben que hay garantía y que en cualquier detalle siempre me tienen atrás de ellos”.