CARTA DEL DIRECTOR 246
“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”.
– Cesare Pavese –
¡Ahí la llevamos! Al cierre de cada edición nos llegan comunicados, visualizó en redes sociales y en muchas ocasiones somos testigos de reaperturas de resorts, reinicio de operaciones e incluso incorporación de nuevas rutas aéreas, parques y atracciones que abren sus puertas, destinos nacionales que permiten mayor porcentaje de ocupación en su infraestructura hotelera, playas como la de Riviera Nayarit que habilitan el acceso a sus doradas arenas, agencias de viajes que promueven con entusiasmo atractivas ofertas, destinos internacionales que ya reciben al turismo de exportación, pero eso sí, con meticulosas y necesarias medidas sanitarias.
Por otro lado, no de manera alarmante, pero si para poner atención, hemos visto como destinos del mundo que ya habían levantado cuarentenas y abierto fronteras, dan un revés con ligeras restricciones derivadas de nuevos brotes de contagio; por esto es importante ser cautelosos con los avances que se tienen, valorarlos y cuidar que no haya retroceso, hay que pensar en la salud personal, social y también la económica, muchas ya han sido las empresas de toda índole, pero sobre todo turísticas que han cerrado sus puertas definitivamente, muchas más nos encontramos día a día trabajando por mantenernos en pie, sigamos llevando a la práctica el cuidarnos unos a otros.
En las páginas de esta edición Alberto Aguilar, gerente general del Hotel Plaza en Morelia, nos comparte breves momentos de su trayectoria en la industria, también encontrarás una muestra de las reactivaciones, en esta ocasión con Naturleón y los hoteles Iberostar y Palace Resorts en las paradisiacas playas del Caribe Mexicano, que por cierto suscitó antes de la llegada del huracán Delta, que dicho sea de paso dejó algunos daños pero sin ser devastadores, sobre todo si tomamos de referencia que horas antes de tocar Cancún ya tenía categoría 4, aquí se comprobó que al aplicar y acatar los protocolos preventivos siempre aminora el caos. Miles de turistas fueron llevados a refugios y una vez pasado el fenómeno natural regresaron a sus hoteles, la población local también se resguardó y de a poco regresaron a sus actividades cotidianas.
Una quincena muy movida y se pondrá más; nuestra industria necesita mucho trabajo para la recuperación, así que la recta final del año promete ser muy fructífera, ¡que así sea!
Jesús Romero Palacios
Director General