Albuquerque, Nuevo México: lienzo de contrastes nativos y multi-culturales
Una de las actividades que deberían estar en toda lista de propósitos para 2019 es: viajar más. Prepárate para iniciar el año en este destino, que en la temporada invernal regala las postales nevadas de sus montañas y una constante y viva herencia nativa, ¡Albuquerque!
Ahora más cerca
La ciudad más grande de Nuevo México, EE.UU. cerró el año con una gran noticia: a partir del 17 de noviembre, Volaris opera el vuelo directo Guadalajara-Albuquerque-Guadalajara, siendo éste el primero de talle internacional que llega a la ciudad (anteriormente llegaban a su aeropuerto con previas escalas en destinos como Phoenix o Houston).
Las ciudades hermanas de Guadalajara y Albuquerque ahora están a dos horas de distancia aérea, abriendo una serie de posibilidades recreativas por hacer, desde asistir al festival de globos aerostáticos más grande del mundo en octubre, deslizarse por sus centros de esquí en el invierno o hasta caminar entre sus pueblos herencia de la humanidad por su arraigo nativo.
Esto es un poco de lo que se puede hacer en Albuquerque y alrededores, tal como lo mostró el FAM organizado por Volaris, la Oficina de Turismo de Albuquerque, de Nuevo México y una serie de anfitriones, para que te sobren excusas para viajar a esta ciudad.
De la tierra del tequila a la capital mundial del globo aerostático
Para dar el banderazo inaugural del vuelo Guadalajara-Albuquerque, un simbólico listón era lo único que separaba a familias y amigos de ambos lados de la frontera, y autoridades de Albuquerque viajaron hasta el Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo y Costilla (en Guadalajara) para cortarlo, en compañía de sus contrapartes tapatíos y directivos deVolaris, que orgullosamente aumentó un vuelo más a su oferta internacional.
Con una enorme sonrisa, Miguel Aguíñiga, director de Desarrollo de Mercado de la aerolínea, recibió a los presentes junto con la tripulación del vuelo Y4 875, encargados de llevar sanos y salvos a los pasajeros de este vuelo.
“Éste es un ejemplo más de cómo unimos a las familias y amigos de dos países, ¡bienvenidos a bordo!”, comentó.
Timothy Keller, alcalde de Albuquerque, viajó desde su ciudad para celebrar la apertura de este “puente” que ahora conecta a las dos ciudades hermanas: “Como dijo Miguel [Aguíñiga], es importante construir puentes y éste es de amistad; muchos de nuestros habitantes tienen familia en Jalisco, y por siglos México y Nuevo México hemos compartido una cultura y un legado, estamos muy felices de reconectar con nuestras raíces”.
La primera impresión
Tras poco más de dos horas de vuelo, un cielo azul de nubes que parecían desgarrarse al horizonte y una tierra trigueña, hogar de fauna desértica, daban la bienvenida desde los aires a Albuquerque, Nuevo México.
Dos de los anfitriones del viaje que acompañaron a los invitados de inicio a fin: Daniel López, ejecutivo de Ventas deVolaris, y Randy Trask, presidente de la Alianza de Comercio Exterior de Nuevo México, explicaban en el trayecto la herencia cultural que posee la ciudad (y el estado entero), teniendo 19 pueblos indígenas en Nuevo México, muchos de ellos situados a poco más de una hora de Albuquerque.
Las culturas nativas, anglosajonas y latinoamericanas convergen en la región, y el arraigo a la mexicanidad es tan presente que se nota en ese trato cálido y auténtico de los pueblos latinos, donde la sonrisa no es forzada y el espíritu servicial va un paso adelante.
A pocas horas de haber puesto pie en la ciudad, ya se notaba cómo se resalta la herencia nativa al hospedarse todos en el Hotel Chaco, espacio inspirado arquitectónicamente en el Cañón Chaco, con sus tonos terrosos y texturas variantes, pero sobre todo su diseño y arte situado en el primer piso, donde artistas nativos resaltan con materiales contemporáneos sus raíces.
Sentirse en casa
Una vez caminadas las calles del centro histórico, donde se yuxtapone lo nativo con la modernidad, el paladar también comprendió que la gastronomía de la zona es cercana a los sabores de hogar, ¡hasta son amantes del picante!
Así es, el chile, ingrediente estrella de la gastronomía mexicana, también lo es en Albuquerque, no hay plato en el que no ofrezcan alguna preparación con él y hasta en las placas de los autos se observa su figura.
Randy Trask contaba a los presentes que esto se debe a que abunda el cultivo en esta zona, teniendo como bandera una variedad llamada “hatch”. Esto significó un festín para los integrantes del FAM, pues la gastronomía mantiene un equilibrio exquisito de ingredientes nativos con técnicas modernas norteamericanas.
Tocando el cielo del suroeste
La madrugada del segundo día los despertó con adrenalina; a 20 minutos del centro de la ciudad se ubica Mariposa Basin Park, lugar que cada octubre alberga el festival más grande de globos aerostáticos, la Albuquerque International Balloon Fiesta.
Medio millar de globos convierten el cielo en una fiesta de colores y formas que te invitan a elevarte para poder observar todo el valle y curvas de Sandia Peak (montaña a cuyas faldas se encuentra la ciudad); no iban a dejar pasar la experiencia y aunque no era octubre, todo el año se realizan tours y elevaciones, lo recomendado es hacerlo al amanecer para que los primeros rayos del sol te encuentren en el aire y la luz vaya develando las casas y el inusual paisaje.
De regreso a tierra
La vida de campo es parte de Nuevo México, aspectos que se vislumbraron al visitar Los Poblanos Ranch, que te recibe con pavorreales paseando libremente ¡e increíblemente también alpacas! Su tienda de productos artesanales hace recordar la conexión de la región con la tierra; y qué decir de su cocina, una prueba viviente de que la comida de campo no está peleada con la modernidad y la alta gastronomía. Una parada realmente recomendable.
Antes de que los últimos rayos de sol se dispongan a ocultarse, una actividad a realizar es subirse en el Sandia Peak Aerial Tramway, uno de los teleféricos más largos del mundo con una longitud de casi cuatro kilómetros y medio, y que llega a alturas de poco más de tres km.
Los anfitriones del viaje comentaron que la hora ideal para usarlo es justo al atardecer, eso permite ir captando las sombras que se dibujan entre los árboles de la Sierra Sandia; al llegar a la cumbre, un mirador te espera con una vista de casi dos km2, donde se fusionan las casas y los edificios de Albuquerque con su desierto que oculta misterios.
¿Dónde comer?
En Albuquerque
St. Clair Winery & Bistro (901 Rio Grande Blvd NW B-100)
Los Poblanos Ranch (4803 Rio Grande Blvd NW; Los Ranchos De Albuquerque, NM)

Para cerrar la noche, tuvieron la oportunidad de asistir a un partido de básquetbol del equipo universitario Lobos de Nuevo México, en su University Arena; la pasión de los locales por su equipo los hizo sentir en un partido de la NBA y no duraron en mezclarse en las porras de apoyo.
Invernal experiencia
Una de las bellezas del estado es su clima de cuatro estaciones, donde cada una brinda opciones diferentes de aventuras; al visitarlo en invierno, sus pasos se dirigieron a Taos Ski Valley, centro de esquí ubicado al norte del estado.
La blancura de la nieve se aprecia apenas el auto se adentra en las montañas; una villa de calles 100% peatonales te espera en este lugar, con una decena de pistas y senderos para practicar snowboard o esquí, ¿o por qué no?, adentrarte en su bosque nevado.
Una de las ventajas de llegar a Nuevo México con Volaris es que al mostrar tu pase de abordar en este centro de esquí, obtienes un 20% de descuento en el día de actividades. Y no importa si eres nuevo en los deportes de nieve o todo un experto, cuentan con instructores calificados que hablan perfecto español, y hay senderos para esas almas que adoran la adrenalina.
El hospedaje estuvo a cargo del hotel The Blake at Taos Ski Valley, un rinconcito de armonía y calidez en medio de la montaña nevada; su concepto con spa y confort te hacen desear quedarte todo un día, y más cuando pruebas su gastronomía y maridajes en el Restaurante 192.
El pasado es color marrón
Después de explorar los deportes invernales, cambia lo blanco de la nieve por los tonos marrones y rojizos del pueblo de Taos, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ya que conserva sus casitas de adobe que te remontarán a la vida prehispánica.
Al caminar por sus calles podrás percibir el aroma del pasado, que se mezcla con el sonido del río Grande o los vestigios de su iglesia, que se conserva en el cementerio; este pueblo es la prueba de quiénes habitaron estas tierras de forma original.
A pocos kilómetros podrás visitar Taos, la ciudad, donde el Viejo Oeste ya da respiros de modernidad; te darás cuenta del gran aporte de las culturas que aquí habitan, pues bien puedes encontrar una tienda de chocolates de herencia francesa, restaurantes latinos o museos nativos.
¿Dónde hospedarse?
En Albuquerque
Hotel Chaco (2000 Bellamah Ave NW)
En Taos
The Blake en Taos Ski Valley (107 Sutton Place, Taos Ski Valley)
Ojo Caliente Mineral Springs (50 Los Banos Drive, Ojo Caliente, NM)
En Santa Fe
Hotel Santa Fe (1501 Paseo de Peralta)
Eldorado Hotel & Spa Santa Fe (309 W San Francisco St)
Four Seasons Resort Rancho Encantado Santa Fe (198 State Road 592)

Purificar cuerpo y alma
La siguiente parada fue Santa Fe, capital de Nuevo México. Pero antes de llegar, los anfitriones les brindaron una relajante parada: Ojo Caliente Mineral Springs.
Este espacio de casi 30 hectáreas es un santuario del cuerpo, pero también del alma, donde puedes escaparte de la urbe y hasta los propios pensamientos al experimentar sus caminatas, ciclismo, spa o sumergirte en sus estanques abastecidos por manantiales, en cada uno flotan nutrientes y elementos curativos.
Antes de decir “hasta pronto”
La última escala del FAM fue, ciertamente, Santa Fe. Muchos se emocionaron al observar cómo el monocromático marrón de su arquitectura crea una armonía con el paisaje desértico, además de ser una ciudad horizontal, de una belleza de pueblo al no poseer altos edificios.
Santa Fe es alma del pasado, pues es la ciudad capital más antigua de EE.UU. al haber sido fundada en 1610, y el segundo poblado más antiguo de todo el país, después de San Agustín, Florida. Vale la pena caminar con cámara en mano para captar esa esencia única.
En el coctel de despedida estuvieron presentes autoridades turísticas de Nuevo México: Randy Randall, director ejecutivo de Tourism Santa Fe, y David Carr, director de Ventas de Tourism Santa Fe, quienes no dejaron pasar la oportunidad para reafirmar lo contentos que están por recibir este primer vuelo internacional, y que en específico la ciudad hermana de Guadalajara conozca todo lo que Nuevo México tiene por ofrecer al turista.
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Nuestros anfitriones
- Daniel López, ejecutivo de Ventas de Volaris.
- Randy Trask, presidente de la Alianza de Comercio Exterior de Nuevo México.
- Liz Robinson, general manager de Hotel Chaco.
- Sheila Smith, directora de Ventas de Hotel Andaluz.
- Jonathan Stuart, Relaciones Publicas y medios sociales de Taos Ski Valley.
- Eduardo Sampere, gerente general de The Blake at Taos Ski Valley.
- Alfred Salazar, ballon pilot en Mariposa Basin Park.
- Benjamin Armstrong, gerente del restaurante Los Poblanos Ranch.
- Angelisa Espinoza, Heritage Inspirations Agencia de Tours en Taos (ciudad).
- Ilona Spruce, directora de Turismo del Pueblo de Taos.
- Randy Randall, director ejecutivo de la Oficina de Turismo de Santa Fe.
- David Carr, director de Ventas de la Oficina de Turismo de Santa Fe.
- Aimee Awonohopay, director de Relaciones Publicas y Comerciales de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Nuevo México.
- Brianna Gallegos, coordinadora de Relaciones Publicas y Comerciales de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Nuevo México.