Vivieron el Oriente Medio con Juliá Tours
Un viaje puede acercarte a paisajes nunca vistos, personas desconocidas e historias de vida; pero cuando este viaje te abre la puerta a una nueva cultura, es como si te otorgaran la llave de otro mundo. Así podría resumirse la experiencia del FAM a Dubái y Abu Dabi que realizaron nueve agentes de viajes mexicanos, invitados por la operadora Juliá Tours.
La expectativa de estar en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) siempre es inquietante, más cuando sabes que visitarás dos destinos llenos de excentricidad, ya que ¿quién no ha oído hablar de la torre más alta del mundo, de exóticas tiendas departamentales con cientos de marcas de prestigio, y de islas y hoteles flotantes en medio del desierto? Esto y más muestras de la cultura emiratí desfilaron ante nuestros ojos durante 10 días en las tierras de las dunas y los rascacielos.
De pescadores a jeques del turismo
Hace menos de 40 años, Dubái era apenas un pueblo de pescadores al norte del Golfo Pérsico; hace 15, comenzaban a surgir rascacielos en lo que, se decía, sería una ciudad de fama mundial. Hoy, el destino alberga cerca de 700 rascacielos con centros comerciales, hoteles restaurantes y parques de diversiones, ¡no hay duda de que superaron la expectativa!
La aventura de llegar a Dubái y vivirla a cada momento siempre fue de la mano con la atención de Angelina Ramírez, gerente de Ventas de Juliá Tours Guadalajara, y Óscar Isgleas, gerente Comercial de Juliá Tours México, quienes como nosotros se fascinaban al ver que la multiculturalidad del destino equivalía a estar en una torre de Babel, ya que el personal que se desempeña en la industria turística proviene de Egipto, Kenia, Vietnam, Argentina y hasta Rumania, aunque el idioma oficial es el árabe.
Aunque El Islam es su religión oficial, su estructura política es laica, punto que permite que Dubái sea una de las ciudades del Oriente Medio con mayor tolerancia y apertura a las costumbres de sus visitantes, convirtiéndolo en un destino predilecto de los occidentales. El jeque Zayed es el padre de los EAU y quien permitió que la actividad de la zona pasara de la pesca a la explotación petrolífera (y al turismo, por supuesto).
Conjugando antiguo y moderno
Dubái busca que mires al futuro y al cielo gracias a sus altos edificios, para muestra está el rascacielos más alto del mundo, el Burj Khalifa, con sus 828 metros de alto y donde el acero y el cristal que se entretejen hasta hacerse uno solo.
Sin embargo, la tradición musulmana habita permanentemente en las mezquitas y los hogares del Dubái antiguo. Si lo que deseas es entender su cultura, la visita al Centro Cultural Sheikh Mohammed (SMCCU, por sus siglas en inglés) es obligada; allí podrás convivir con los locales, lo que no sucede a menudo en los hoteles (como dato curioso, es imposible obtener la nacionalidad dubaití ya que debes haber nacido allí para ser considerado uno de ellos).
Es primordial conocer las tradiciones locales para que durante tu viaje puedas conducirte con respeto; en nuestra visita al SMCCU aprendimos que, aunque la mujer está inmersa en la vida laboral y social de la ciudad, es preferible que ellas no vistan ropa entallada ni escotes fuera de los hoteles, incluso a la entrada de las mezquitas es común encontrar la abeyya (túnica negra de cuerpo entero) y el shayla (velo) para poder pasar sin problema y sin incomodar a nadie.
Elegancia tangible
La excentricidad que se vive en la parte moderna de Dubái hace mirar cada detalle dos veces, en sus coches, ropa, tiendas y edificios… aquí los superlativos cobran vida, a tal grado que los Records Guinnes cambiaron su sede a la ciudad, que suma más de 100 registros en el famoso libro, como el del anillo de oro más grande, el edificio más alto y hasta el kebab más largo.
La exigencia de los jeques se refleja en las edificaciones que combinan tecnología con formas irreales, y para ejemplo el famoso hotel en forma de velero Burj Al Arab; único con siete estrellas en el mundo, está situado en su propia isla artificial en forma de palma. Aquí también está el hotel Atlantis The Palm, y ésta no es la única isla, existen otras dos más, aunque sí es la más famosa por ser la de estructura turística.
Si sigues recorriendo el lugar te toparás con el Kempinski Hotel, dentro del Mall Of Emirates (que por cierto es el más grande del mundo); te impactará al estar rodeado de más de 1,200 tiendas, un acuario, cascadas ¡y hasta una pista de hielo! Este detalle te hará volar la cabeza, mientras afuera se vive hasta a 50°C, adentro es todo un centro de esquí, que por la altura del edificio parece una montaña, cumpliendo y superando hasta las expectativas más exigentes.
En el toque sofisticado, no podíamos no ir al Armani Hotel Dubai, el segundo que existe en el mundo; la elegancia que caracteriza a esta marca es imperdible, además de ofrecer una vista privilegiada de la ciudad en cada piso.
Los parques temáticos también dicen “¡presente!”
Como el entretenimiento también viene acompañado de adrenalina y juegos, no podían faltar los parques temáticos; uno de ellos es Motiongate Dubai, con montañas rusas y una temática hollywoodense, además de áreas donde casas productoras como Lionsgate, Dreamworks y Columbia Pictures llevan sus películas a la realidad.
Si quieres experimentar más emociones, cambia la ruta a Abu Dabi, a una hora de Dubái y capital de los EAU; allí se encuentra Ferrari World, parque que alberga la montaña rusa más veloz del mundo, Formula Rossa, que alcanza los 240 km/h en menos de cuatro segundos, además que su construcción simula un circuito de carreras, ¡una verdadera experiencia!
Hacer contacto con culturas tan opuestas a la propia siempre hace que la mente se abra y la sensibilidad aumente, además que te das cuenta de que al otro lado del mundo también hay quienes trabajan sin cesar para ser los líderes del turismo. Si te gustaría vivir esto y mucho más, Dubái debe estar en tu lista de los deseos como tu próximo destino a visitar.
Básicos a saber
- Dubái tiene conectividad aérea en todo el mundo; una ruta muy solicitada por los mexicanos es el vuelo directo desde LA con Emirates Airlines.
- Las opciones de hospedaje que visitamos resaltan el lujo, pero hay para todos los bolsillos. También muy recomendables son Sheraton Creek &Towers y Hotel Le Royal Meridien.
- Visitar la ciudad de Abu Dabi desde Dubái es una opción, está a una hora en coche y no se pagan casetas.
- Ten en cuenta que, al momento de tomar fotos de personas, debes solicitarles permiso; es muy vistoso su atuendo, pero tu curiosidad puede tomarse como falta de respeto.