Naturleón abrió las puertas del Mictlán
Entre aromas de incienso, cempasúchil y un ambiente que invitaba a recordar con alegría, NaturLeón celebró una de las festividades más queridas de México: el Día de Muertos, una velada para honrar a los difuntos, pero también, a los muertos de amor.
UNA NOCHE PARA HONRAR Y CELEBRAR
La noche estuvo envuelta en una explosión de creatividad, ya que desde el primer momento, quedó claro que cada invitado llegó dispuesto a lucirse: catrines luciendo sumamente elegantes, catrinas coloridas, homenajes a Frida Kahlo, mariachis, dandis, vaqueros, novias y hasta videntes desfilaron entre ovaciones y aplausos. Así, el ingenio se sentó en cada mesa y se movió por todo el salón.
Alonso Yerena y Verónica García, líderes de NaturLeón, dieron la bienvenida con calidez, invitando a todos a celebrar esa idea tan mexicana de que la compañía no acaba en el más allá, sino que se queda bailando, brindando y compartiendo
CATRINAS, CATRINES Y CREATIVIDAD SIN LÍMITES
Al centro del recinto se encontraba un imponente altar que deslumbraba con velas, flores de cempasúchil y detalles tradicionales que capturaban miradas y corazones. Y como ninguna noche de Día de Muertos está completa sin los sabores que reconfortan, los asistentes disfrutaron de un buffet especial lleno de antojitos mexicanos, de esos que apapachan el alma y despiertan recuerdos.
La fiesta subió de nivel con el concurso a la mejor caracterización. Los participantes desfilaron frente al jurado mostrando no solo vestuario y maquillaje, sino actitud, porra y mucha personalidad. ¡El salón entero mostró su emoción! Maletas, bocinas, relojes inteligentes y cortesías fueron los premios para los más destacados.
El primer lugar se llevó un viaje completo a Cancún (con vuelos, traslados y alojamiento). Pero, fiel al espíritu de la noche, aquí todos ganaron: cada asistente recibió un micrófono para seguir celebrando, sobre todo cuando las pantallas comenzaron a proyectar las letras de las canciones y la música tomó el control; por un momento, los muertos se sintieron más vivos que nunca.









