Al extranjero en alas nacionales – Primer Magni FAM a Cuba
Por años, Magni Charters ha sido sinónimo de Cancún, ¿pero sabías que acaba de inaugurar sus vuelos internacionales? Para que sus agentes mexicanos conocieran una de sus nuevas rutas fuera del país, la aerolínea organizó su primer Magni FAM Cuba, ¡y fue un viaje repleto de sorpresas e información!
ESPECTÁCULO AÉREO
Como acostumbra, la aerolínea organizó tres vuelos simultáneos desde Guadalajara (con escala en Bajío), Monterrey y Ciudad de México. El destino: la isla más grande del Caribe.
La emoción flotaba en el aire; nerviosos y felices al mismo tiempo, los agentes y ejecutivos de Magni cruzaban la frontera entre países; los tres aviones entraban en la pista de Varadero, causando asombro entre el personal cubano mientras los mexicanos posaban sus pies en la tierra de Fidel Castro, la salsa y los habanos.
Dormirían sus primeras tres noches en los hoteles Paradisus Princesa del Mar y Paradisus Varadero, a donde se dirigieron nada menos que 12 autobuses repletos de sueños y expectativas.
RECORRIENDO VARADERO
Los Magni FAMS no sólo incluyen visitas de inspección, lo que busca la aerolínea es que sus invitados vivan cada destino y lo disfruten como si estuvieran de vacaciones, ¡y vaya que se cumplió!
Eso sí, no podían las visitas a propiedades como Royalton, Grand Memories Varadero, Melía Marina Varadero, Sol Sirenas Varadero, Melía América (sólo para adultos), Melía Panínsula y más; cada hotel los recibía con bebidas de bienvenida, shows, bailables, autos clásicos y música para mostrarles su estilo particular, y los agentes apuntaban todo en la memoria para tener la información fresca cuando lo solicitaran sus clientes.
DIVERSIÓN CON SABOR A MOJITO
Por las tardes el ambiente se relajaba para disfrutar del calor caribeño.
La diversión inicial corrió a cargo del Hotel Melía Marina Varadero; además de la cena con el inconfundible acento cubano, el bien montado espectáculo les dio una probadita de lo que estaba por venir.
Los hoteles sede no se quedaron atrás con cenas donde tanto los espectáculos como el ajiaco criollo, los moros con cristianos y la yuca con mojo confirmaban la sazón caribeña, acompañados de deliciosos mojitos que despertaban las ganas de bailar.
En sus ratos libres, todos aprovechaban para realizar la actividad de su preferencia, ya fuera salir a pasear al pueblo, tumbarse bajo la sombra de una palapa a disfrutar del Caribe, nadar en la alberca o simplemente obtener el mejor bronceado.
¡A ZAMBULLIRSE EN LOS CAYOS!
¡Pero la experiencia por aire y tierra tenía que complementarse con algo de mar! El tercer día fue reservado para una aventura acuática a bordo de cinco catamaranes que llevaron a los invitados a pasar el día en el cercano Cayo Blanco.
Mientras los más tranquilos gozaban del sol en cubierta, los aventureros se enfundaban en su traje de baño y se lanzaban a explorar las aguas en snorkel, preparándose para cerrar con broche de oro nadando con delfines.
El cierre de la etapa varaderense se vivió en plena Plaza Las Morlas, en la Marina; una vez más, la alegría del cubano destelló con bailes y espectáculos, maridajes de café, tabaco y ron y mucho más.
CON RUMBO A LA CAPITAL
Ya bien descansados, desayunados y hasta con tiempo para ir a la playa una última vez, los agentes abordaron sus autobuses con rumbo a La Habana.
Las murallas de la capital, hoy abiertas para recibir al mundo, les dieron la bienvenida. ¿Su hogar para la segunda parte de la aventura? El Melía La Habana.
Correspondió al Memories Miramar aclimatarlos al ritmo habanero, con una cena en la que desde los tragos de ron hasta la música tropical les calentaron la sangre.
CAMINANDO CON TUMBAO
Las inspecciones a propiedades como Melía Cohiba, Tryp Habana Libre, StarFish Monte Habana y más, así como una interesante reunión con Grupo Gaviota Cuba (representante de Magni en la isla), marcaron la parte formal de esta etapa.
¿Y para la noche? El centro nocturno Cecilia, donde los sones hicieron cimbrar las paredes y los corazones al canto de “Dos gardenias”, “Amor de loca juventud” y “Quizás, quizás”.
Para vivir La Habana hay que explorarla a paso propio. Tuvieron la oportunidad de perderse entre las callejas de la Habana Vieja, visitaron locales donde podían adquirir ron y habanos, tomaron fotos y estiraron las piernas mientras se acercaban a la Plaza de la Revolución, el Capitolio y el muelle; muchos aprovecharon para probar las delicias locales en los variados restaurantes de la zona, como es el Mesón de la Flota, de estilo español, y muchos más.
CIERRE MEMORABLE
¿Qué mejor manera de cerrar un viaje como éste que haciéndolo en el legendario Centro Nocturno Tropicana?
Este lugar tiene casi 80 años de poner por todo lo alto el espectáculo de cabaret en Cuba, y los agentes lo comprobaron en carne propia al encontrarse rodeados de casi un centenar de bailarines que los hicieron enamorarse aun más de esta mística isla de sones, historia y orgullo nacional.
Si tus viajeros están listos para vivir Cuba, ¡ahora Magni es una buena opción para que lo hagan con gran estilo!