Isela Valenzuela, gerente de la Asociación de Hoteles de Cozumel, A.C.
Aprovechando la visita de Cozumel a la Perla Tapatía invitados por Volaris, platicamos con Isela Valenzuela, gerente de la Asociación de Hoteles del destino, quien se enamoró de tal manera de sus playas y vida tranquila que fincó su residencia en el punto más al este de la República Mexicana.
“Veo que cada vez escuchan más de nosotros en Guadalajara; desde hace 10 meses la conectividad del vuelo de Volaris es muy buena, y sus frecuencias permiten que nos visiten en fin de semana”, comienza, algo seria.
Se va relajando al desviar la vista hacia sus colegas; la Asociación agrupa a 21 hoteles del destino, con una amplia variedad de paquetes. “Fuimos a Monterrey, estamos visitando las ‘casas’ de los vuelos directos a la isla, pero también queremos estar presentes en más eventos y visitando a los agentes directamente”, asegura.
Sin embargo, sabe personalmente que no hay como vivir un destino de primera mano: “Buscamos que se den la oportunidad de vivir la isla para que puedan recomendarnos; les ofrecemos tarifas especiales en distintas fechas, ¡hasta un 50%!”.
De corazón golondrino
Isela es un ejemplo viviente de lo que predica; con un suspiro relata cómo se volvió cozumeleña.
“Soy de Tabasco; estudié Administración de Empresas Turísticas y me enfoqué en hotelería. Cuando visité Cozumel, primero de vacaciones y después por trabajo, llegué a una isla escondidita en un paraíso natural, con playas de arena blanca perfectamente conservadas… ¡me enamoré!”, admite con una radiante sonrisa.
El amor no fue sólo por la isla, sino su ambiente, la calidez y amabilidad de su gente: “Te reciben como parte de la casa… ya llevo 20 años viviendo en la isla y por supuesto, ¡me casé con un cozumeleño! [risas]”.
Nos guía por una pequeña clase de historia y geografía: “Cozumel era el destino principal de la región cuando Cancún ni existía. Aquí hay algo para cada uno. A los europeos les fascinan los arrecifes; tenemos mucha historia, abrimos el primer aeropuerto de la región, que fue base del famoso Escuadrón 201 en la Segunda Guerra Mundial. Además es un lugar perfecto para formar una familia, muy seguro y cómodo incluso hoy, ¡llegas a cualquier lado en 15 minutos!”.
Su lenguaje corporal concuerda con sus palabras, pues al hablar de la isla se iluminan sus ojos y la voz suena emocionada: “¡Te adaptas tan fácil al ambiente! A mí me adoptaron y ese cariño me gusta transmitirlo y platicarlo para que más personas vayan… y para que también lo cuiden y podamos seguir disfrutándolo todos”.
Cuidando el paraíso
El tema anterior es vital para los cozumeleños, desde el gobierno municipal hasta las escuelas, todos están comprometidos con la sustentabilidad: “Buscamos concientizar a los niños a no usar bolsas plásticas; en los supermercados se regalan bolsas reusables; hay hoteles que te invitan a ya no usar popotes…”.
“Varios de nuestros hoteles cuentan con la Certificación Green Globe, y como isla tenemos que cuidar los mares, mantos freáticos y manglares, nuestra barrera de protección contra huracanes. Incentivamos a no tirar basura, separarla… podemos replicar esto en ciudades más grandes, ojalá todos tuviéramos esa conciencia de proteger el entorno, se va haciendo cultura”.
Consejos de una local
A veces de los destinos de playa conocemos, precisamente, sus playas. Sin embargo, Isela asegura que sólo enfocarnos en eso sería perdernos de mucho en Cozumel.
“Tienen que visitar el centro, recorrer sus callecitas, sentarse en un parque a tomarse un cafecito, disfrutar del atardecer en el malecón… esas cosas te alimentan el alma y los sentidos, esta isla te cambia, te ayuda a ver el mundo con otros ojos”, concluye.
“La ecología es uno de nuestros grandes compromisos; a veces no se piensa, pero el ahorrar un popote, una bolsa de plástico o no tirar una envoltura ayuda muchísimo a la calidad de vida de un destino turístico”. Isela Valenzuela, Asociación de Hoteles de Cozumel.