“Sí, acepto” en la playa
¡El escenario está listo! Las sillas forman filas perfectas, los invitados lucen tenues y frescas vestimentas y la pareja gracias a la cual todo esto existe, se prepara para dar el paso más importante de su vida, ése que darán juntos, sobre un pasillo de arena.
El día de tu boda es una de las fechas que siempre guardarás en la memoria, imagina si tus recuerdos se colorean con los cálidos tonos del sol, enmarcando ese momento tan especial con el azul del mar y la alegría de todos quienes lo vivieron contigo.
Nuestro país es ideal para la celebración de bodas en la playa. Puerto Vallarta, Cancún, Huatulco, Mazatlán, Los Cabos, Riviera Maya… ¡la lista de opciones es larga!
Romance costero
Las bodas en la playa son eventos cada vez más solicitados, y las razones son muchas.
Una de las más importantes es la económica; una boda de destino resulta más económica para los novios, pues con el pago de su hospedaje los invitados cubren una parte o la fiesta completa, sin que la pareja festejada desembolse grandes cantidades.
Además, ¿qué más decoraciones necesitas que una hermosa puesta de sol, mientras tus pies son acariciados por la tibia arena y el rumor de las olas constituye el fondo perfecto para acompañar sus votos?
Pero no sólo eso, muchas parejas buscan cambiar su ambiente cotidiano por unos días, y con un viaje sus personas más queridas disfrutarán de unas merecidas vacaciones al mismo tiempo que festejan su unión.
Aquí no hay distracciones, nadie se preocupa por tener que manejar a casa y amigos y familia pueden relajarse, pues la única tarea es acompañar a los novios y presenciar este momento único.
El clima cálido, los días y tardes soleadas suman para que la fecha sea todavía más especial. Ya sea una ceremonia religiosa, una segunda boda o un enlace espiritual, las parejas de todos los credos, costumbres y preferencias tienen un espacio justo a su medida.
Más comodidades
Cada vez más destinos en México y el mundo ofrecen este tipo de eventos, y los hoteles y resorts de playa han creado toda una maquinaria que permitirá que este acontecimiento se desarrolle de la manera más sencilla.
¿Lo mejor de todo? La posibilidad de que los novios pongan sus sueños en manos de un especialista, quien trabajará día y noche para lograr que esa idea que habitaba en sus mentes se plasme en una hermosa realidad, sin estrés para la pareja ni sus allegados.
Legales y válidas
Los novios católicos tal vez piensen que su unión en la playa será algo complicada, ya que desde 2009 la Iglesia católica impuso una serie de requisitos para validar las celebraciones fuera de capillas y templos, ¡pero nada más fuera de la realidad!
Muchos resorts buscan ayudar a que estas celebraciones sean posibles dentro de sus espacios, así que se dieron a la tarea de certificarse como lugares aptos para celebrar bodas religiosas. Algunos construyeron sus propias capillas, registradas ante el Arzobispado de México, mientras que otros tienen acuerdos con parroquias o capillas cercanas para que las ceremonias se lleven a cabo en suelo sacro.
Emoción con brisa de mar
En cuanto a las uniones civiles, los especialistas de cada resort pueden sugerir diferentes rituales que aportarán la parte emotiva a estas uniones. Por ejemplo, la milenaria ceremonia de la arena simboliza la unión de dos vidas distintas en una sola, y varios hoteles proporcionan los envases para realizarla.
El recinto de la ceremonia podría ser un hermoso gazebo dominando el paisaje, donde todos podrán disfrutar de un increíble atardecer mientras te acompañan.
¿Algo más espectacular? Hay opciones que ofrecen servicio de bodas temáticas, de las cuales las ceremonias hindús son las más solicitadas, ¡pero no las únicas!
Cualquier plan y cualquier presupuesto pueden acomodarse para que los novios tengan la boda de sus sueños, en un escenario inigualable.
Pregunta a tu mayorista u hotelero de confianza sobre sus paquetes para bodas, ¡tus clientes no se arrepentirán de decir “sí, ¡acepto!”!
Muchas mayoristas y hoteles ofrecen paquetes especiales para ceremonias LGBT, sobre todo a partir de que la unión de personas del mismo género se legalizó en México.