Carta Editorial 139
En la víspera por cumplir 7 años ininterrumpidos de publicar ABZ Turístico (mes a mes durante los tres primeros años, quincenalmente los siguientes 4, hasta llegar a la edición 139 de hoy), me vienen a la mente muchos recuerdos, todos de gran significado, la gran mayoría gratos, unos cuantos algo difíciles, tristes, y algunos, pocos por fortuna, hasta amargos a decir verdad, pero sin duda todos ellos enriquecedores.
Primero, y no por importancia pero sí tratando de que sea en cierto orden cronológico, recuerdo cuando, como dicen, el universo conspiró y los astros se alinearon para llevarme a tomar la decisión de iniciar el gran proyecto de ABZ Turístico; recuerdo que pensaba: “¿y cómo haré para crear una diferencia con lo que hay actualmente? En ese entonces circulaba una revista de gran trayectoria y además muy bien posicionada, esperada y querida por todo el medio turístico (incluyéndome a mí, y es que ¿cómo no le iba a tener cariño, si desde su edición número 1, hace casi veinte años, mi empresa de mensajería turística Distribución Dinámica fue la encargada de distribuirla en las agencias de viajes de Guadalajara, el Occidente y el resto del país?). En 2008, su propietario había ya cedido sus derechos de marca a una empresa editorial turística (a quienes, por cierto, les brindábamos distribución y maquila de múltiples servicios de producción de eventos y expos turísticas, así como a otras tantas revistas que venían sobre todo de la capital del país)… en fin, la pregunta era: ¿cómo distinguirnos de esos gigantes que dominaban la escena de las publicaciones? ¿Cómo el líder de un puñado de mensajeros, un diseñador web y una asistente con un par de laps podríamos distinguirnos? ¡¡Pues el color total, sin opción a blanco y negro, y la calidad en el material, claro!! Es el siglo XXI y las imprentas ya no trabajan sólo en negativos sino en placas, y el costo a color o blanco y negro es prácticamente el mismo. ¿Por qué enviarían los anunciantes su material en blanco y negro, perdiéndose el atractivo de darle color a sus anuncios?
Hicimos team feedback Fabiola, Jorge y yo: ¿Y si en los eventos volteamos la cámara y hacemos ¡click!, viendo a los asistentes y no sólo a los anfitriones? ¿Y si las entrevistas las hacemos hablándoles “de tú” (con respeto) a esas grandes personalidades del turismo, las bajamos de su nicho de empresarios y directores por un momento, y charlamos con ellos en vez de invadirlos de preguntas técnicas y números acerca del crecimiento de sus marcas? ¿Y si nos atrevemos a preguntarles cosas personales para que nuestros lectores, los agentes de viajes que son quienes comercializan sus marcas con el cliente final, se sientan más identificados con ellos, y acortamos esa distancia? Algo bueno podría pasar… ¿Y si también consideramos a esos ejecutivos junior que nunca son tomados en cuenta para ser entrevistados, platicamos con ellos, publicamos su perfil y los vinculamos fuertemente con la marca que representan para impulsarlos a ser más conocidos, más populares y, por consecuencia, crear más confianza entre los agentes de viajes y el producto que ofrecen?
Y seguían y seguían las ideas: ¿Y si vamos con todas aquellas marcas que no hemos visto anunciadas en publicaciones especializadas del turismo por culpa de las grandes tarifas de ese momento? A Distribución Dinámica ya nos solicitan mensajería, blitz, envíos electrónicos, eventos que ya hacemos (y con mucho éxito)… nunca me había imaginado dedicarme a esto ni darle un giro a nuestra empresa, pero como suele suceder, una cosa nos llevó a otra y pensamos: ¿por qué no completar el círculo de promoción con un medio atractivo e incluyente? No hay clientes chicos, sólo pautas de diferentes tamaños, pero la idea era que sin importar su número de empleados o de años en el medio, si su producto era nacional o internacional, si organizaban una excursión o eran una marca hotelera de dimensiones mundiales, a todos los invitaríamos a publicar sus productos, y nosotros nos pararíamos de cabeza si era necesario para atraer la atención de lectores y potenciales compradores para estos anunciantes…
Así, tras horas de planear una convocatoria con cierta grado de misterio, hicimos una presentación a la que invitamos a 50 marcas, de las cuales asistieron 35; creímos que saldríamos con 35 cuentas en la cartera, y la verdad es que obtuvimos sólo un par, y el primer número de AB…Z Turístico salió apenas con unos cuantos anuncios que logramos colocar, con 20 páginas, unas notas muy deslucidas y, para ser honestos fue un fiasco, y aunque con mucho cariño conservo algunos ejemplares de esa primer edición, no representa nada de lo que planeamos previamente.
Para el segundo número, literalmente toqué puertas, algunas se abrieron para ser cerradas casi inmediatamente y otras tuve que esperar horas para que me atendieran o me permitieran tomar unas fotos… pero valía la pena hacer un segundo intento en el marco de Gala Vallarta, y una mejor versión del incipiente AB…Z Turístico vio la luz. Valió la pena tener los nudillos rojos de tanto tocar puertas, y nuestra segunda edición mejoró bastante. Para la tercera creímos que un foro aun mayor nos ayudaría a catapultarnos; venía Tianguis Turístico, así que produjimos un tercer número más fresco y con más contenido… no contábamos con que habría un temblor muy fuerte en Acapulco y que la famosa pandemia de la influenza AH1N1 brotaría esa semana… todas estas alertas hicieron que ese Tianguis casi se cancelara, con el pánico sobre todo de los extranjeros que se retiraron, y regresamos no precisamente triunfantes.
Pero como todo en la vida, hay que continuar; seguía nuestra tercera gran oportunidad de darnos a conocer, y lo haríamos en casa, en Arlag 2009. Hicimos lo que no se había hecho antes: tener una portada limpia y dedicada al evento, con contenidos de éste al momento. Lo hecho, sin ser espectacular, nos permitió ser tomados en cuenta, y poco a poco y con una distribución propia, llegar a donde debíamos llegar para que nuestros anunciantes tuvieran rentabilidad en su inversión. ABZ estaba por fin en el panorama de la comunidad turística; fuimos incorporando personal e implementando acciones que llevarían a consolidarnos en el gusto y aceptación del medio.
Hemos pasado por muchos episodios difíciles (y a veces más que eso), pero muchos más satisfactorios. Ha sido un camino donde muchas personas se fueron subiendo y otros fueron bajándose; algunos nos dejaron cosas buenas y aportaron mucho, y aunque recibieron un pago por ello, siempre reconoceré su contribución; unos salieron bien, otros por la puerta de atrás, algunos más sólo se beneficiaron de nosotros y no nos aportaron nada… pero así es esto. Yo, habituado a dirigir mensajeros, entendiendo sus necesidades y hablando su idioma, comprendiendo los riesgos y demás que conlleva su quehacer, debí aprender a manejar una compañía editorial; definitivamente ha sido todo un reto, fue complicado para mí manejar egos y vanidades, máxime cuando yo mismo no comulgo con eso de creernos indispensables y mucho menos con hacer menos al compañero, porque en un equipo dependes del otro y al mismo tiempo formas parte de un todo (como dicen, “un peso no se puede completar si falta un centavo”)…
En fin, hoy al voltear atrás me siento muy orgulloso de lo hecho, orgulloso de mi gente, de los que conforman mi actual equipo, de saberlos capaces de rebasar los límites de creatividad, responsabilidad, iniciativa y crecimiento que ellos mismos creían tener; de recibir palabras de agradecimiento y reconocimiento de nuestros clientes; de saber que en nuestras páginas encontramos marcas que antes no podían acceder a una publicación siquiera, que con nosotros encontraron canales de promoción y difusión efectivos; de que anunciantes que nos acompañaron en nuestras primeras ediciones continúen con nosotros, y con el paso el tiempo se han ido sumando más y más, nuestra experiencia y continua capacitación y mejoras en todos los aspectos son gracias y a favor de ellos y nuestros lectores.
Hoy en día, veo un escenario muy diferente al de hace siete años; me parece (con aval de nuestros clientes y lectores) que somos líderes en nuestro segmento. Nuestra competencia ha cambiado; tristemente (y no lo digo con ironía, de verdad es una pena), el Asesoría Turística de entonces no existe más, el trabajo de 20 años de su fundador se desvirtuó y los actuales propietarios de la marca tomaron decisiones que lo llevaron a desaparecer como lo conocíamos; Conceptos (que distribuí desde su primera edición y durante 15 años más) es a color, ya no existen las publicaciones a blanco y negro, y tiene editoriales cuando no era su naturaleza; hay publicaciones nuevas (tanto de gente dedicada a esto como de otros que no lo entienden del todo, pero es su derecho intentarlo como nosotros lo hicimos), todas con su identidad y sus características propias, pero siguiendo la tendencia que nosotros marcamos hace 7 años.
No nos sentimos descubridores de hilos negros, simplemente que hace siete años lo hicimos primero y de manera muy auténtica, pensando sobre todo en el lector y en el anunciante y no sólo en vender, pues vender para nosotros es la consecuencia de hacer un producto eficaz y rentable para nuestros clientes y atractivo para quienes lo reciben; ellos son los protagonistas, ustedes lectores, que nos han seguido durante estos siete años y por quienes no renovaremos y reinventaremos en el presente.
Finalmente, es mi deber y al mismo tiempo un placer agradecer: a Fabiola Campos, que ha sabido entender mis formas un tanto complicadas, apoyarme y creer en mis locuras, aun pareciendo que esas ideas nos llevarían al precipicio, gracias por confiar y estar para ver que no eran tan descabelladas, y por ayudarme a presentar de manera menos complicada lo que hacemos con nuestros clientes, además de ser un impulso y apoyo personal para mí; a Jorge Hernandez, mi diseñador, fotógrafo, corrector de estilo, webmaster y, lamentablemente, empedernido fumador (tenía que decirlo, ¡¡ya deja de fumar, te queremos!!), amigo incondicional que, cual esposa fiel, ha estado en las buenas y en las malas; a Mina Coronado, mi editora, que con su frescura y capacidad increíble de transformar muchas veces un enredo de palabras y letras en notas editoriales atractivas, y con profesionalismo y carisma se gana la simpatía de quien la conoce, además de que nos vino a fortalecer con responsabilidad y puntualidad un punto débil que nos tenía maniatados: la ortografía y la atención al 100 por ciento de lo que debe ser un editor; a Distribución Dinámica y su departamento de mensajería: Pepe, Vidal y don Jesús, que aquí en Guadalajara y el interior de Jalisco se encargan de que todo llegue a donde debe llegar y coordinan además con los distribuidores foráneos; a Tania Dafne Rodríguez, que ha organizado nuestro departamento administrativo y nos ayuda a que ya no nos duela la cabeza haciendo números y podamos utilizarla para ser más creativos; a Diego Romero, que va creciendo y, aunque le falta camino, un día podría ser el pilar de esta empresa junto con los demás; a Karina Castellanos, que por su juventud y frescura parecería que no tiene experiencia (y tal vez es así en el ámbito laboral) pero sus diseños una y otra vez demuestran lo contrario, podríamos pensar que lleva años haciéndolo así de bien, por lo que seguro en un futuro bien cercano nos sorprenderá con su manera de presentar visualmente nuestras notas (el ejemplo lo pueden ver en ANDA! Vete de Viaje, nuestra revista para el consumidor final); a Alfonso Iñiguez, o Poncho, como es mejor conocido en el medio, quien nos acerca de manera más personal con los agentes de viajes y con su peculiar estilo y humor nos permite que estemos fortaleciendo un lazo muy padre con ellos; y finalmente, a mi hermana Martha Elena Romero, que se está incorporando para llevar un control de calidad en todos los departamentos, pues aunque estamos habituados a tener libertad de acción de manera responsable, siempre necesitaremos un control que nos diga si nos salimos del camino, para regresar al que nos lleve a hacer todo con más calidad y nos acerque a la excelencia en el servicio.
Gracias por siete años de trabajo, queridos clientes y lectores, no me alcanzaría la revista misma para mencionar a todos y cada uno de ustedes, desde el primero que confió en nosotros y quienes además son amigos personales, hasta el que no conocemos y sólo tratamos vía mail pero confía en nuestro trabajo y a la distancia comprueba que su inversión ésta bien dirigida; y a nuestras familias que sin duda (y aunque la frase esté bastante trillada), son nuestros motivos para hacer bien nuestra chamba cada día.
La lógica nos dice que si seguimos poniendo el alma en lo que hacemos, nos mantendremos aquí más años, pero ésos por venir queremos que sean mejores y para ello estamos preparándonos.
Jesús Romero Palacios
Director General