Benjamín Díaz Presidente Ad Nova Comunicación Estratégica
Su presencia impone respeto; de rostro serio y voz fuerte, Benjamín Díaz ha conocido la cara pública y la privada del turismo y habla del tema con autoridad y firmeza; pero debajo de esa primera capa puedes entrever al hombre luchador que ha pasado fuertes situaciones, las cuales han ayudado a formar su carácter y posicionarlo en el lugar donde se encuentra actualmente.
“Ben” como lo conocen sus amigos, nació en la Ciudad de México pero se crió en Guadalajara; aquí vive su familia y sus primeros recuerdos son de la Perla Tapatía. “Siempre fui muy bueno para dos cosas: el deporte y el estudio”, comienza, “quería ser futbolista y desde chico entrené en reservas profesionales; desafortunadamente me lastimé la rodilla antes de debutar con el primer equipo de Chivas y cuando regresé ya no se sentía igual, así que decidí retirarme… por muchos años mi papá me reclamó no haber vuelto a intentarlo, pero ahora ya nos reímos de eso”, dice divertido.
Al cerrar el capítulo deportivo se enfocó en los estudios y cursó la carrera de Economía, donde conoció a su primera esposa. Le siguió la maestría en Políticas Públicas en el ITAM, en la Ciudad de México: “Fue el primer programa en utilizar el modelo de Harvard; fue una etapa muy interesante para mí porque de ser hijo de familia me enfrenté con una realidad donde el dinero era escaso y si no llegaba mi beca del mes, comía sándwiches o no comía (risas). En esa época me casé y nació mi primer hijo, Abraham, que tiene ahora 24 años”.
Comienzo público
Terminando su maestría, entró al que sería el primero en una larga lista de puestos en el gobierno federal, en la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal; comenzó a escalar puestos, pasando a Banco de México y la Secretaría de Agricultura; pero el “gusanito” de seguir preparándose estaba presente y en 1992 aplicó para estudiar un postgrado en Desarrollo Económico en la Universidad de Pittsburg: “Obtuve tres becas para poder estudiar: del CONACYT, de la OEA y la de la universidad; ese primer invierno en los EE.UU. fue muy frío y estando allá se embarazó mi esposa y nació mi segundo hijo, David… ¡ninguna de mis becas había considerado esa posibilidad! (risas) así que tuve que ir a hacer fila al Departamento de Bienestar Social del estado de Pensilvania, donde nos apoyaron absolutamente en todo, es por eso que tengo un respeto tan grande por los servicios sociales de los EE.UU.”.
En 1994 regresó a México y se integró con el equipo de Óscar Espinoza a la campaña presidencial de Ernesto Zedillo: “Cuando ganamos Óscar fue nombrado regente de la Ciudad de México y allí re-comencé mi carrera política, como jefe de asesores del secretario de Desarrollo Social del DF”. Considera este tiempo como su primer “doctorado” porque allí atendió temas de salud, educación, protección social, deportes y más: “Me hice multifuncional porque tocábamos todos los temas, todos los días, situaciones delicadas de una ciudad donde todo es urgente, fue una época de gran formación para mí porque trataba con personas de todos los estratos sociales: policías, enfermeras, personas en situación de calle, funcionarios públicos, empresarios”…
Finalmente, en 1997 Óscar Espinoza fue nombrado Secretario de Turismo y Benjamín fue parte de su grupo: “¡Así entré a esta industria donde estoy a punto de cumplir veinte fabulosos años! Durante tres años y medio fui coordinador de asesores del secretario y comencé a conocer cómo se promociona un destino, los planes de RRPP, Marketing y mucho más; fuimos también los primeros funcionarios del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), creado en 1999, donde estuve hasta 2003”.
Una historia de amor
peculiar
En 2002, Benjamín ya se había divorciado y fue en ese entonces cuando conoció a Adriana de la Torre, su actual esposa: “En ese entonces las plazas en CPTM eran muy cotizadas y recibíamos diariamente listas de 50 o 60 recomendados. Adriana era periodista y por la relación entre nuestros jefes le dimos un puesto, pero ella esperaba una gerencia y cuando se le asignó una subgerencia ¡estaba furiosa! Puedo decirte algo seguro: el nuestro NO fue amor a primera vista porque nos caímos “gordos” de inicio (risas), pero nos tocó la suerte de no trabajar juntos sino hasta cuando me ascendieron a director de Marketing y pasó a ser mi subordinada; allí comencé a ver todas sus cualidades, es una mujer brillante, excelente para escribir, muy tenaz y súper creativa”.
Durante un viaje para dar una conferencia en Guadalajara, el destino llamó a su puerta: “Mi mamá, que me conoce perfecto, vino a escucharme hablar y ella fue quien después de mi plática me preguntó que quién era esa Encargada de Medios que yo tanto mencionaba al hablar, ¡no me había “caído el veinte”! Pero los dos estábamos solteros y me di cuenta de que le había “echado el ojo”, y fue cuando todo encajó en su sitio; ahora nos da mucha risa nuestra historia porque de ese caernos tan mal nació el amor (risas)”.
Adriana y él tienen dos hijas: “Adrianita tiene ocho años y es un adulto en miniatura, y mi bebé es Sofía, de cuatro. Ha sido un periodo padrísimo y nuestras familias nos echan mucho la mano con su crianza porque ambos viajamos mucho, sin ellos no funcionaríamos”. Para él, las mujeres juegan un papel vital en su vida: “De vivir en un patriarcado me cambié a un sistema donde las mujeres me rodean, desde el punto de vista del trabajo la mujer es superior al hombre en casi todos los aspectos, pero debes aprender a tratar temas diferentes por sus emociones más a flor de piel, ¡para mí el aprendizaje nunca se acaba! (risas)”.
El sector privado
El cambio de administración de 2003 significó el final de su tiempo en CPTM; así, tras muchos años de acumular experiencia en el sector público decidió probar suerte con la iniciativa privada, y en 2004 Adriana y él fundaron Ad Nova Comunicación Estratégica, empresa dedicada a la representación de marcas turísticas: “Comenzamos con Visit Florida y nuestra primera oficina estaba en el sótano de sus papás, con Claudia Cajal y un amigo más, ¡bien rústico! Pero poco a poco fuimos consolidándonos”, rememora.
Por otro lado, su fama de líder estricto y que logra resultados llamó la atención del sector empresarial, que lo buscó para dirigir el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria, A.C. (CONAR): “Allí me especialicé en ser mediador y árbitro en las controversias publicitarias entre empresas, y afiancé mi relación con gobierno, PROFECO, COFEPRIS y más”.
Cuando en 2008 Las Vegas lanzó la licitación pública internacional de su destino y Ad Nova ganó la cuenta, tuvo que tomar una decisión: “No podía dedicarme a las dos cuestiones y Ad Nova tuvo más peso para mí; fue etapa de muchos cambios porque tuvimos que dejar ir varias cuentas que entraban en competencia con Las Vegas, pero este destino significó nuestra consolidación en el mercado”. Y justo cuando creía que su “romance” con el sector público había terminado, recibió la llamada de Paco Madrid, subsecretario de Operaciones de SECTUR: “A los quince días de salir de CONAR ya estaba laborando como director general de Mejora Regulatoria, donde aprendí muchísimo sobre la parte legal de la industria, con temas de regulación ambiental e inversiones turísticas”.
Así, gracias a la vida y sus vueltas, su combinación de experiencias en los sectores público y privado, en negociación, publicidad y mercadotecnia pero también en la parte legal, lo han hecho un candidato ideal al competir por marcas como Brand USA, la marca país de los EE.UU., Disney, San Antonio y Simon Shopping Destinations. Además, en 2010 fundó su otra empresa, Estrategia Sustentable (ESUS), enfocada en el área política privada del turismo: “Con esta empresa ayudamos a los empresarios a resolver sus problemas jurídicos en temas de medio ambiente, manifestaciones de impacto ambiental y estudios justificativos de predios”.
Su pasión por el estudio lo ha seguido hasta ahora por lo que está haciendo un doctorado en Turismo Internacional en la Universidad Anáhuac; constantemente lo llaman a regresar al sector público pero por ahora tiene las manos llenas: “Mis días comienzan a las 6 a.m. y terminan muy tarde; dirijo las dos empresas, estudio y además tengo a mi familia. La vida me ha dado muchas oportunidades y las he aprovechado; no podría estar más contento, tenemos clientes buenísimos que además son nuestros amigos”.
Concluye su plática recalcando lo que a simple vista todos pueden observar: “Ad Nova me llena de satisfacciones, nuestra razón de ser es brindar a nuestros clientes algo más, algo nuevo y diferente a los demás. Comenzarla desde cero y hoy ser reconocidos por nuestro talento para manejar marcas es algo padrísimo; es cierto que soy un jefe muy duro pero esa manera de trabajar ha funcionado muy bien y el resultado es que nuestros clientes, que además son amigos, siguen confiando en nosotros año tras año”.