Carta Editorial 137
¡Este año sí que viene retador! Complicado, sí, pero lleno de oportunidades si sabemos detectarlas y aprovecharlas.
Desde hace unos meses escuchamos que en 2016 se viene otra fuerte crisis gracias al alza continua del dólar y la baja en el precio del petróleo nacional; que si nos afecta en esto o en aquello, que si el gobierno, que la deuda griega, la gran caída de los mercados chinos… la verdad es que en este mundo tan globalizado todo nos afecta. A menos que tuviéramos un montón de billetes verdes por allí guardados, ¡ah!, entonces hoy valdrían un 28% más frente a nuestro debilitado peso mexicano (y es que veo que hace exactamente doce meses el dólar se cotizaba en $14.64 pesos, y hoy un dólar nos cuesta $18.81).
Sin etiquetarnos como víctimas, me llega esta pregunta casi automática a la mente cuando escucho la palabra “crisis”: ¿y cuándo no hemos estado en crisis? Siempre entramos en una más grande que la anterior, nos recuperamos, y los gobiernos se cuelgan medallitas porque “con sus estrategias salimos adelante”… y si viene otra, pues fue el efecto dominó, la incertidumbre financiera ante un conflicto armado en otra región, o el colapso financiero de un gigante económico que terminó llevándonos entre las patas.
Y a pesar de que siempre estamos sujetos a que agentes externos a nuestra voluntad influyan en nuestra microeconomía, no dejamos de trabajar duro para seguir creciendo, aunque sea a pasos más lentos; otros con menos “suerte” conseguirán lo necesario para vivir o subsistir con lo más básico, todo esto en esa línea casi extinta de la clase media hacia abajo. La mayoría de los mexicanos estamos acostumbrados a este patrón de vida: cuando nos va bien no estamos cómodos, “sentimos raro” porque sólo sabemos vivir con dificultades… y cuando sucede algo como esto (y seguirá sucediendo, si no es el dólar será otra cosa), tenemos justificación por no progresar, y al preocuparnos por lo que viene no vemos las oportunidades en esos tiempos difíciles.
Eso me lleva a ponerme en los zapatos de esos ciudadanos de un país ejemplar imaginario: con un gobierno sin corrupción, preocupado por su gente y siempre manteniendo y creando infraestructura en todos los sectores para tener una economía no sólo estable, sino fuerte; con servicios públicos como educación y salud de excelente calidad; con ingresos per cápita de punta en referencia al resto de las naciones; con niveles de estrés mínimos… Con ese esquema, los agentes externos de este mundo global les afectarían menos que a un país frágil, pero también lo harían; seguro bajarían sus niveles de calidad y supongo que, al igual que nosotros, se sentirían raros, no estarían es su elemento. ¿Qué creo que pasaría? Harían algo para volver a estar como antes, ¿no lo creen? ¿O le echarán la culpa a los mercados internacionales? ¿No harían ajustes para regresar mínimo a donde estaban? Es decir, es el mismo acto reflejo…
Pero volviendo a los míos, sólo puedo opinar con base en mi propia experiencia que hay que tener constancia, no dejar de caminar (a veces no tan de prisa) y si nos cansamos, tomar un respiro pero sin quedarnos parados, y estar atentos para estar preparados cuando veamos la oportunidad de ir más deprisa… eso no es suerte y no llega solo; hay que estar allí, cierto, pero hay que ir por el éxito, capacitarnos, estudiar, reinventarnos, arriesgarnos (sin ser imprudentes). Conduzcámonos con honestidad y gratitud, aferrémonos a los sueños, a un motivo, esto nos impulsa siempre y ni el dólar ni los gobiernos o las crisis nos afectarán tanto como en un principio creímos.
Ya se nos fue un mes y lo que se nos viene son once meses de mucho trabajo: tenemos caravanas turísticas, misiones de promoción de destinos internacionales como Las Vegas, ahora mismo estamos en Gala Vallarta en su edición 23, el evento más importante para los destinos de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit ya que sus hoteleros y empresas turísticas cierran negociaciones con operadores mayoristas nacionales y extranjeros y se fijan las estrategias de promoción de los mismos, y vienen muchos más congresos y eventos de los operadores. Estemos en ellos, aprendamos y aportemos lo mejor de nosotros.