Carta del Director 240
“Deja de preocuparte por los baches de la carretera y celebra el viaje”.
– Fitzhugh Mullan –
¿Cuántas veces hemos escuchado en nuestro medio la expresión “socios comerciales”? Muchas veces, ¿no? Es muy común agradecer y reconocer a aquellas personas y empresas con las que tenemos una relación comercial que conlleva responsabilidades y beneficios compartidos.
Estos socios pueden ser incluso nuestros mismos clientes en contexto B2B, es muy importante contar con ellos, pero, ¿qué pasa en estos tiempos de poca o nula abundancia? Muchas empresas del sector no sólo vimos disminuida la cartera de clientes, también la de socios comerciales.
Necesitamos aliados, ya lo había comentado en comunicados recientes, pero conforme avanza el tiempo y aunque la reactivación del turismo y de la economía en general comienza a regenerarse poco a poco, compruebo en la práctica que para salir adelante y salir bien librados de los efectos y daños colaterales que han traído esta pandemia de Covid-19 más que clientes y socios comerciales, necesitamos aliados.
No se malentienda mi opinión, por supuesto que es indispensable contar con clientes, a lo que me refiero es que si conseguimos ofrecer apoyo con lo que sabemos hacer a coste cero o muy bajo a una empresa o persona que lo necesita podríamos recibir casi por consecuencia lo mismo.
Parece una utopía, pero créanme, sí hay personas y empresas compuestas con un gran sentido humano, que bien pueden aplicar estrategias tradicionales o virar a la vanguardia para volver a ser rentables en este mundo turístico que permanece golpeado.
La sección Diverso siempre me llena de expectativa, ya que cada vez que se establece la palabra por definir por parte de nuestros invitados me provoca interés el cómo la interpretan, en esta ocasión la palabra es DISCIPLINA, este término para mi es más que una palabra o acción, es un conjunto de ellas que involucra métodos, hábitos y conductas.
De todos los significados que puedo darle me quedo con algo esencial: para obtener disciplina y orden se requiere constancia (para mi ésta es clave), hay que ser necios para grabarnos en le mente, en la piel, en los huesos y en el alma que no hay que rendirse, que uno se puede levantar una y mil veces, que se puede ordenar un caos si se persevera en darle sentido.
Ir, tocar puertas, picar piedra, lograr comunicar, si no en la primera en la segunda o las veces que sea necesario; una constancia positiva es la que te enseña a crecer y salir adelante en todos los sentidos y te puede llevar a tener disciplinas positivas en todos los órdenes: en el trabajo, con la sociedad o en tu hogar. Entonces, la palabra disciplina no suena sólo a mandos o reglas, me suena a conductas positivas que fueron moldeadas con la constancia y que te pueden llevar a tener más momentos satisfactorios y felices.
En ABZ hemos logrado ser constantes y no hemos dejado de hacer con el corazón cada edición, aún en estos tiempos difíciles, al contrario, hoy más que nunca la sentimos nuestra, les ofrecemos con mucho cariño ésta, la número 240.
Jesús Romero Palacios
Director General