Enrique Beltranena, fundador y CEO de Volaris
Crédito de Foto: Volaris
Entre los logros que han surcado el cielo para llegar a Enrique Beltranena, fundador y CEO de Volaris, se encuentran el recibir en 2009 el Premio Federico Bloch que otorga la Asociación Latinoamericana y de Caribe del Transporte Aéreo, también tener la Orden Nacional del Mérito (Insignia de Caballero) por parte del Presidente de Francia en 2014, per sin duda uno de los méritos que más esmero y alegrías le han dado es el proceso de fundación y crecimiento de Volaris.
Enrique Beltranena, comparte con nosotros cómo el gusto por la aviación aparece desde su niñez y cómo su estudio de mercado y apuesta por la “democratización del vuelo”, lo ha puesto al frente de una de las empresas de aviación más importantes de América: Volaris.
El despegue anunciado
“Hubo muchas cosas que la gente me decía que no era posible [cuando presentó el modelo de negocios de Volaris]pero para mí, la aviación se tenía que convertir en un ‘commodity’”.
Situarnos en Antigua Guatemala en la década de los 60, es retomar la niñez de Enrique Beltranena, es viajar a las calles donde soñaba con volar y es vislumbrar el comienzo de uno de los empresarios que apostó por traer a México el concepto de volar a bajo costo.
“Yo comencé en la aviación desde muy chico, nunca jugué carritos, jugaba avioncitos.
Tenía unos ocho o nueve años cuando comencé a volar con papá. Él tenía una avioneta y era una locura para mí. Realmente yo no dormía esperando que llegara el fin de semana para poder volar; y luego, alrededor de los 14 años, tuve mi primera licencia de mono motor, para mí fue como si me hubiera graduado del máster”, y comienza a reír como si proyectara su cara de fascinación de aquel entonces.
Su habilidad para los negocios y la amplia visión para los estudios de mercado no llegaron por sí solos, Beltranena se ha preparado en Universidades como la de Frankfurt en Alemania, donde realizó su Maestría en Administración de Negocios.
Pero al escucharlo denota que su éxito personal no sólo acuña al conocimiento, sino a la pasión que emana al momento de hablar de aeronaves.
“En esa época, cuando comencé a pilotear con mi padre hacíamos un poco de acrobacia, ¡y no sabes la sensación! Sientes realmente el avión, aprendes a sentir los vientos, a sentir las presiones en las alas, en el mismo asiento…”, mientras narra la anécdota, su mirada despega unos segundos como si de verdad estuviera por los cielos.
A democratizar el vuelo
El engranaje de Volaris y su modelo de negocios no surgió de la noche a la mañana, ha sido tal su estudio y evolución, que hoy, a 13 años de su fundación puede decir que ha roto marcas: en 2018 anunció la compra de 80 aeronaves a la empresa Airbus con proyección a 2026, con ello es la segunda adquisición de flota más importante en la aviación mexicana; en 2006 iniciaron con un vuelo de Toluca a Tijuana, hoy están presentes en alrededor de 130 ciudades de México, EE.UU y Centroamérica, además de ser la primera aerolínea de bajo costo en cotizar en las bolsas de valores de México y Nueva York.
“Poco a poco me fui desarrollando en la industria de la aviación. En 1995 comencé a trabajar en Aviateca en Guatemala, y como director general en el 98 me fui con Taca a consolidar toda la industria de Centroamérica”.
En 2005 cuando estaba en Taca, presenta diversos estudios de mercados y ahí viene la semilla de Volaris, el modelo que planteaba una aerolínea de bajo costo y dirigida específicamente a la clase media surgente.
“Había un estudio de la OMT [Organización Mundial del Turismo] que hablaba de generar elasticidad en la demanda con tarifas más bajas pero no había estadística ni estaba demostrado, comenzamos a ver las tendencias de EasyJet, Rayanair, veíamos las tendencias de Air Asia, comenzamos a ver Tiger en Asia y dijimos: ‘bueno es un modelo que realmente se adapta bien a México y podemos hacerlo caminar’.
Había una clase media surgente que en el año 2030 o 2032 iba a ser entre el 50% y 52% de la capacidad adquisitiva del país y luego, había un servicio de aerolíneas centralizado en la CDMX y no con un énfasis hacia el interior ni con un sistema de punto a punto, creo que con la combinación de esas cosas logramos encontrar la fórmula mágica de Volaris: tenía que ser una aerolínea de bajo costo para cubrir a ese mercado”.
La idea para Beltranena y Volaris siempre ha sido clara, su competencia como él dice, la ve en los autobuses y su mercado a conquistar son aquellos que aún siguen viendo el volar como una opción cara; él busca acercarlos al cielo y lo logra segmentando precios.
Ahora sabes que detrás de la fundación de Volaris está la historia de Beltranena, un humano y profesional apasionado en los negocios y la aviación.