Adn viajero, Alejandra Guzmán
Sentarse a platicar con la “Reina de Corazones” es toda una experiencia. En una charla íntima con la cantante, que tiene 30 años de carrera, comparte lo divertido que es pasar los filtros de seguridad en los aeropuertos, lo que hace para despistar a los fans que la reconocen allí y cómo ha perdido infinidad de vuelos estando cerca de la sala de espera.
Por Daniel Garibay / Entrevista por Jesús Romero
Alejandra Guzmán conoce más aeropuertos del mundo que los países que visita. En su infancia ya viajaba constantemente, desde que su papá el cantante Enrique Guzmán, se fue una temporada a España hasta llegar a la actualidad, con 30 años como cantante y rodeada de anécdotas en cualquier punto del globo terráqueo.
Ella disfruta del silencio y la tranquilidad en su hogar, algo opuesto a la bomba de energía que es en el escenario, pero así es “La Guzmán”, quien goza esos momentos de estar en la playa, disfrutando la brisa del mar, nadar, asolearse y siempre acompañada por sus perritos.
Pocas veces la intérprete de Hacer el Amor con Otro cuenta las odiseas que pasa cada que va a viajar, sea de placer o de trabajo, pero se abrió con ABZ Turístico para compartir divertidas anécdotas de lo que sucede antes o después de tomar un vuelo.
“Cuando viajo siempre tengo que dejar claro, y nunca lo dejo claro, que tengo dos caderas de titanio. Cuando paso por seguridad siempre sueno.
Una vez estábamos en EE.UU. y yo pasé [los filtros], sonó ‘ti ti ti ti’, y me dicen ‘traes las llaves, búscate las llaves’, ‘no tengo’, y otra vez suena, ‘coins, coins [monedas]’, pero el otro estaba ya histérico [el elemento de seguridad], y que le digo ‘ah, tengo dos caderas de titanio’”.
ABZ: ¿Y ellos cómo lo toman?
Alejandra: Se ponen graves y se enojan. Sienten que yo traigo algo y luego con estos tatuajes, pues imagínense [risas]. Esto ya es para siempre, para toda la vida… Por eso cargo con una radiografía pequeña para enseñarles porque luego no me creen. Ahí siempre se arma el rollo.
“Me gusta mi cultura. Me gusta prender un incienso de copal; tengo un cuerno y lo toco cuando quiero que las vibras se muevan, son como los que tocan en los temazcales. Tengo esa chamanita por dentro que también hace rituales y eso alimenta mi alma”
ABZ: ¿Cómo viajas?
Alejandra:Uy, mi mamá[Silvia Pinal] también viajaba, bueno, viaja mucho, y yo recuerdo las maletas que traía. Es la mejor persona que hace maletas, porque era como Mary Poppins que sacaba y sacaba y seguía sacando cosas.
Yo me volví peor que ella porque ahora para viajar es más pequeño todo y soy muy práctica, ya sabes, cargo los picos, el rock and roll; mis maletas siempre pesan horrible. Ya tengo un modo de meter hasta los calcetines adentro de los zapatos, todo para que quepa.
¡Puro festejo!
- Alejandra Guzmán arrancó el año como coach de La Voz US, junto con Wisin, Carlos Vives y Luis Fonsi, donde ha tenido la oportunidad de descubrir grandes talentos.
- Su vida, en la serie La Guzmán, ha llamado la atención a los espectadores, quienes han podido descubrir que todo el glamour que se puede pensar viven los artistas, no siempre es como parece.
- Este año celebrará sus 30 años de carrera musical con un nuevo álbum que llevará de gira por diferentes recintos de EE.UU. y México.
- En el plano empresarial está pen-sando sacar línea de ropa, de zapatos y accesorios, que no es tan nuevo para ella, pero quiere darle mayor fuerza a esta faceta.
Siempre ando corriendo, siempre llego tarde. He perdido vuelos estando ahí… Por esconderme de la gente, de los fans, les voy a ser honesta. Una vez me escondí en una tiendita y me puse a ver, todo mundo se fue y yo seguía viendo cosas [risas]. He perdido un millón de aviones, yo creo.
ABZ:Entre tanto viaje laboral, ¿tienes tiempo de conocer los lugares que visitas?
Alejandra:Casi siempre es así, del aeropuerto al lugar [del concierto] y de regreso. Ha habido veces que tengo que hacer tres escalas y es cuando comprendo a las personas que nos ayudan en el avión, porque llevan tres o cuatro vuelos y eso es bien cansado.
A veces he tenido la suerte de que no sirve el avión y digo ‘yeeeeeah’, y me quedo; me quedo en Miami o en algún lugar que me gusta.
ABZ:¿Cuáles serían tus mejores recuerdos viajando?
Alejandra:De chiquita siempre viajé porque mi papá estuvo viviendo un tiempo en España y nos mandaban solos a mi hermano [Luis Enrique] y a mí, y les dábamos una lata a todos en el avión, ¡tremenda!
Lo mejor, lo mejor, era cuando nos robaban las maletas porque nos tenían que comprar todo nuevo, y era padrísimo, pero a mi papá no le gustaba mucho la idea.
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