TURISMO DEPORTIVO
Día del Padre, el día en que México gritó ¡gol! en Moscú. No soy una gran conocedora del fútbol, pero tengo que decir que me emociona cada cuatro años el Mundial, por el reto turístico que representa.
Cuatro años para prepararse, organizar viaje, ahorrar, aventurarse a hacer planes, ver costos, estudiar el país donde se vaya a realizar y tener la oportunidad de estar presente en estas cuestas deportivas.
Se calcula que más de 40 mil mexicanos viajan a Rusia para esta edición, algunos en forma extraordinaria y original, como los amigos que se decidieron a viajar con todo y su camión “La Bendición” y están causando gran furor en ese país.
Todos los mexicanos que cantaron el Himno Nacional en el partido de México contra Alemania tuvieron que pagar avión, renta de hoteles y alimentos, sin olvidar los souvenirs con los que seguro regresarán; además están los canales de televisión, radio, medios periodísticos, que tienen que establecerse por semanas para hacer sus transmisiones y que también hacen vida ahí, ¡es enorme la derrama económica que genera el turismo deportivo!
Pero no queda solo el que viajó, ¿cuántos vieron el partido en casa, o salieron a desayunar o comer con la familia y los amigos para celebrar y apoyar a la Selección Mexicana?
¿Cuánto genera la venta de camisetas oficiales, los bares que se ponen al 2×1 en los horarios de partidos, las reuniones familiares en casa, y las vueltas al supermercado porque hay que tener lo suficiente para la botana del día? ¿Cuánto lo que vemos en la televisión, los mensajes subliminales de los patrocinadores, que le apuestan a nuestra fidelidad al promover sus productos en nuestro canal favorito?
Todo es mover la economía, esa economía que causa emoción, que genera alegría. Eso es el turismo.
El reto viene para 2026, donde tres países compartirán la sede del Mundial: Canadá, EE.UU. y México.
Por primera vez un país (México) será anfitrión de la Copa por tercera ocasión; tenemos la experiencia de dos ediciones anteriores y ahora debemos demostrar que somos capaces de ser no sólo grandes anfitriones, sino también grandes líderes.
¿Qué reto hay? Hacer que el Mundial atraiga no sólo por el fútbol, sino por toda la oferta turística del país. Las ciudades que sean sedes de partidos tendrán aficionados cautivos, pero entre juegos hay un México enorme por descubrir.
El reto es estar preparados; tenemos 8 años para hacer estrategias de ventas, rutas, paquetes, unir destinos a través del deporte y que todos los que estamos involucrados en este maravilloso mundo del turismo innovemos y ganemos.
Si México gritó ¡gol! en Rusia, México puede decir ¡bienvenidos, viva el Mundial, viajemos y comámonos a México!
LETRAS CON SABOR A MAR
BETTY VÁZQUEZ, CHEF.
www.garzacanela.com