20 años después
Tengo la fortuna de estar en contacto con turistas de todo el mundo, porque vivo en un destino turístico pequeño, pero de gran importancia: San Blas, en la Riviera Nayarit.
Los años transcurridos me han dado la oportunidad de conocer personas que han llegado hasta la mesa que yo sirvo; algunos llegaron por placer, otros por negocios, ¡pero todos tenían que comer!
Lo interesante es hacer un balance de estos años, y tengo que decir que son muchos más de los que marca el título.
Quedarse en un lugar para realizar la vida profesional y personal hace que uno eche raíces, que se acostumbre a los ritmos del entorno, a sus ruidos, a sus movimientos y a sus gentes.
La diferencia es que, viviendo en un destino turístico, tenemos a los locales y tenemos a los migratorios, que andan de vez en cuando por aquí y que regresan porque se enamoraron del ambiente, de la comida, de las personas.
Siempre hago la reflexión del porqué de ese retorno de la gente, y veo con gusto que es la alegría y el carisma del lugareño lo que los hace recordar con una sonrisa el buen tiempo pasado en nuestro terruño.
Me causa asombro ver esa gente que, como nuestros antiguos navegantes, cruzan distancias para encontrarse con recuerdos, con momentos que vivieron y que esa energía maravillosa los haga regresar. Hay una nostalgia clara, un anhelo por revivir el momento acontecido en el pasado que nos hace felices cuando logramos situarnos en el espacio correcto.
Quizá ésa es la magia de San Blas, el encanto de su fluir lento, su caminar y su marca en la historia, el tiempo y el movimiento que parece regido por las olas y los atardeceres diarios, junto con los amaneceres que nos anuncian el avance de la vida.
20 años después y un poco más, veo con alegría que ha habido cambios favorables; el cambio siempre ha sido lo más obvio y al mismo tiempo guarda un misterio increíble.
Ahora me pregunto qué habrá dentro de 20 años y un poco más… ¿lograremos que nuestro puerto histórico vuelva a tener la gloria del tiempo de la Colonia?
Sólo dentro de 20 años lo sabremos; mientras tanto, si usted vive en Guadalajara, recuerde que en los años 50´s ésta fue la playa más cercana a esa bellísima ciudad, y que hoy gracias a las mejoras en la carretera, volvemos a ser el destino de playa más cercano a la Perla Tapatía.
Los esperamos, vengan a redescubrir este tesoro escondido del Pacifico Mexicano: San Blas, en la Riviera Nayarit.
Betty Vázquez, Chef.
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