Carta Editorial 177
He colaborado en el medio turístico desde hace muchos años, eso me ha permitido ver el ir y venir de marcas; tengo el privilegio de conocer a Lucy Zaragoza y su Selección de Hoteles desde sus inicios, sé que no es fácil crecer en estos tiempos y me da gusto ver que su marca se ha mantenido en la preferencia de los agentes por su servicio, su estilo único y su especialización en grupos ¡y los frutos se notan! Me ha tocado vivir tres inauguraciones de sus oficinas y no me extrañaría que pronto tengan una más, gracias a su franco crecimiento. ¡Enhorabuena, Lucy!
En esta edición también te mostramos que RCD Hotels no es sólo Hard Rock México; la muestra es nuestra nota donde te compartimos un poquito de la diversidad, influencia latina y color que vivimos en Miami, Florida. Recorrimos la ciudad, conocimos la Pequeña Habana, Wynwood Walls, y sobre todo disfrutamos un icónico hotel, respetado y con mucha historia. Allí conviven el Nobu e Eden Roc Miami Beach, sincronizados desde su lobby pero eso sí, con ambientes únicos que te trasladan ya sea a Japón o al Miami lleno de glamur de los años 60’s; y por supuesto, ¡la cereza del pastel es su restaurante Nobu!
Tú que asististe a las galas de Naturleón por las ciudades del Bajío, aquí tienes su reseña con una pequeña sorpresa visual; espero que la disfrutes y aprovecho para felicitar nuevamente a Alonso Yerena y Vero García por su 15 aniversario.
En otros temas, en esta edición me toca presentarles a alguien de la familia ABZ, pero también de mi familia de sangre: Diego, que se apellida igual que yo y que confunden nuestras voces cuando él contesta, al que le dicen Jesús y preguntan si somos hermanos.
De quienes están hoy en la oficina, él es probablemente quien lleva más tiempo. A los 13 años, él salía de la secundaria, tomaba su transporte, llegaba a la oficina, comía y después empezaba su medio turno empaquetando material para distribuir, ésa ha sido su línea hasta ahora.
Pero más allá de contarles lo que hace, quiero platicarles lo que representa para mí. Somos de generaciones contrastantes, con formas distintas de trabajar y pensar; en lo personal compartimos gustos como el futbol, la tecnología (hasta donde me da la capacidad) y debatimos mucho, siempre en una “batalla” por ver quién tiene la razón, a veces de manera intensa hasta que alguien cede (y él casi siempre me gana).
En el aspecto laboral, sé que su meta en la vida tal vez sea otra cosa, pero valoro mucho que esté aquí porque sé que le ha encontrado el gusto a lo que hace, valoro mucho su disposición y que nos acompañe, lleva muchos años haciéndolo y seguiré agradeciendo el tiempo que siga aquí hasta que vuele del nido y persiga sus propios sueños.
Atentamente
Jesús Romero Palacios
Director General
Llegué a la oficina hace casi diez años, sinceramente porque quería ganar mi propio dinero (recuerdo que lo primero que quería comprarme era un celular); mi mamá me sugirió que le preguntara a mi papá si podía ayudarlo en algo y me aceptó de medio tiempo. Se sentía bien obtener mis propias cosas, tengo ya diez años de saber que lo que poseo me lo he ganado con mi trabajo.
En la oficina apoyo a Tania Rodríguez en la parte administrativa, llevando al corriente las pautas para apoyarla en cobranzas; también me encargo de los envíos electrónicos, la recolección de artes para la revista y las convocatorias, desde la entrega de invitaciones, recepción de confirmaciones y llamadas hasta el registro.
Me cuesta un poco poner en palabras todo lo que he aprendido en estos años; ante todo aprendí lo que hace mi papá en su trabajo, vi todo el esfuerzo y dedicación que le pone a todo, realmente su trabajo es su vida y vive lo que hace con pasión. A la vez, desde muy chavo comencé a aprender el valor de la responsabilidad de luchar por lo que quieres sin esperar a que nadie te lo dé. Además disfruto mucho la convivencia con mis compañeros, somos una especie de familia un tanto rara, pero familia a fin de cuentas.
Y a pesar de ser introvertido, también me gusta asistir a los eventos porque los agentes ya me ubican y sí, todavía me da pena que me saluden, pero al mismo tiempo me da gusto porque en cierta forma reconocen mi trabajo.
De los viajes disfruto cada momento, incluso la carretera porque me relajo viendo el paisaje en el camino. En estos años he tenido la oportunidad de conocer otros lugares y culturas; en abril fui a Las Vegas, la primera vez que viajé a los EE.UU., y durante el Mundial de futbol fuimos a Brasil, fue interesante observar el choque de culturas porque al atardecer veías a los mexicanos con el mariachi, a los brasileños jugando futbol en la playa, a los alemanes con sus cánticos… si no trabajara en este medio, si mi papá tampoco estuviera en el ambiente turístico, no habría sido tan fácil haber vivido estas experiencias.
A quienes llaman a la oficina les mando un saludo, estaré atento para ayudarles en lo que pueda o redireccionar sus peticiones a la persona correcta la siguiente vez que platiquemos por teléfono.
Diego Romero
Comunicación Digital