Dos destinos y decenas de aventuras en Ixtapa Zihuatanejo
Decir que México tiene una riqueza natural y cultural invaluable parecería exagerado, pero conforme lo vas conociendo te das cuenta que es cierto.
Si te consideras amante de los destinos playeros, sabes que nuestro país es un paraíso, pues 11 mil kilómetros de litoral en el Océano Pacífico y Atlántico te esperan para ser descubiertos. En esta ocasión, tuvimos la fortuna de visitar un destino en las selváticas tierras de Guerrero, donde las montañas y el mar se unen para dar paso a paisajes llenos de color, donde la cultura local hace simbiosis entre telares tejidos, pintura sobre barro y una gastronomía que se baña de mariscos y mezcal, ¡Ixtapa-Zihuatanejo!
Viaje al 2×1
La Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) de Ixtapa-Zihuatanejo promueve el eslogan “Un viaje, dos paraísos” ya que, al contrario de lo que muchos creen, Ixtapa es un destino y Zihuatanejo otro, separados por pocos kilómetros y con dos esencias diferentes.
Ixtapa es el complejo turístico creado en los 70’s por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR); su infraestructura moderna alberga la mayoría de la oferta hotelera, y su boulevard cuenta con ciclovía para aquéllos que piden rodar bajo el sol playero.
Por su parte, Zihuatanejo es un pueblo de tradición pesquera que resalta su folclor en sus mercados de artesanías, gastronomía local y en las playas donde se observan a chicos y grandes practicar la pesca tradicional con redes tejidas a mano.
Una isla con encanto…
¡y venados!
Una parada obligada es La Isla, a 10 minutos en lancha si partes de Playa Linda, en Ixtapa; bajarás en la playa Cuachalalate, una de las cuatro que conforman la isla, y para estar cómodo puedes sentarte a la mesa de sus restaurantes y consentir el apetito con platos como tiritas de pescado, camarones al coco y guisado de pulpo, preparados al fogón, no recalentados pues en La Isla no hay electricidad.
Una vez que tomas fuerzas, descubre la vida marina; la hora de snorkel no pasa de los MX$200 y podrás ver estrellas marinas, erizos, peces globo y más. Este sitio es ideal para principiantes ya que no te alejarás de la costa, sus aguas son bajas y la corriente es tranquila.
Añade un toque extremo al adentrarte en la isla en compañía de un local, allí habita una manada de venados y, si eres afortunado, podrás observarlos. Considera que la última lancha de regreso a Ixtapa parte a las 18:00 horas, así que administra tu tiempo para poder realizar todas las actividades que desees.
De regreso en Playa Linda, haz un pequeño desvío al cocodrilario para contemplar los reptiles que conviven y son domados por “Tamakún” (su nombre real es Roberto Piza), hombre de 70 años que lleva toda su vida conviviendo con cocodrilos y que te mostrará con orgullo las cicatrices que le han dejado sus “amigos”, como él los llama.
Tradiciones del presente y el pasado
Zihuatanejo te espera con sus calles de pueblo y casas coloridas; allí la tradición es lo que reina y la gente y sus historias son lo que adorna. No olvides hacer parada en el Mercado de Artesanías y llenar la maleta con la delicadeza del trabajo
local: platos, jarrones y alhajeros hechos de barro y pintados a mano minuciosamente, joyería con plata de Taxco, bordados para mesas, textiles en diversas presentaciones… ¡todo está para llevarse!
Viaja al pasado en el municipio de Soledad de Maciel, mejor conocido como “La Chole”, a poco menos de media hora de Zihuatanejo; allí te espera la zona arqueológica de Xihuacán y su museo que alberga cerca de 800 piezas de las culturas olmeca y teotihuacana. Aunque la zona no está completamente explorada, puedes acceder a una de sus pirámides y a lo que creen era el campo de juego de pelota. Acércate con los guías del INAH para obtener información certera y que te lleven a ver más vestigios que se aprecian en “La Chole”.
Historia entre redes
La excursión en Ixtapa-Zihuatanejo aún no acaba; a 20 minutos del centro de Zihuatanejo encontrarás un paisaje de manglares en Barra de Potosí, lugar que después del temporal de lluvias ve la unión de la laguna de Potosí con el océano Pacífico. Al llegar a este lugar, una lancha te llevará a recorrer los manglares, avistar aves y ver a los pescadores trabajando sin cesar, calmados y pacientes para obtener su premio. Los lugareños te contarán historias de cómo el lago se une con el mar y la vida acuática cobra fuerza; noviembre y diciembre son ideales para observar la unión de agua dulce y salada. Además, comer aquí es sinónimo de buen sazón y, ¿por qué no?, frescura en la forma de una cervecita.
Capaz de hacer hermanos
Guerrero es el segundo estado con mayor producción de mezcal en México, 1.7 millones de litros al año, ¡tal es el arraigo cultural de esta bebida espirituosa!
Aquí el destilado de agave no es para emborracharse, es para degustarse y hacer hermanos, así te lo dirán los locales. Para vivir esta experiencia puedes dirigirte a alguna de las mezcalerías donde te llevarán de la mano al combinar el buen comer con el bien beber. Si no eres amante de la bebida, ¡lo serás!, la cultura que se bebe hará que después de esta experiencia hables de tipos de agaves y hasta te aventures en la mixología de frutas de temporada.
Los motivos sobran y el itinerario ya está armado, ¿quién se apunta para irse a Ixtapa Zihuatanejo?
¿Cómo llegar?
- El aeropuerto internacional de Ixtapa-Zihuatanejo enlaza con ciudades como Querétaro, León, Ciudad de México y Guadalajara con TAR, además de 15 destinos internacionales.
Apuntes del destino
- Los locales se refieren a los amigos como “Zanka”.
- La Asociación de Hoteles de Ixtapa registra unas 30 propiedades; el Barceló Ixtapa es la opción cinco estrellas Todo Incluido, con una gran ubicación y amenidades.
- No se requiere reservar con anticipación en la renta de lanchas para ir a La Isla o en Barra de Potosí.
No olvides
- Visitar el restaurante Las Tres Sirenas, en La Isla.
- Comprar tus souvenirs en el Mercado de Artesanías, por la avenida 5 de Mayo.
- Tomar una cata de mezcal en Angustina, ubicada en el centro de Zihuatanejo.
- Degustar los platos del restaurante Sabores y Colores, también en Zihuatanejo.