Miguel Galicia, Director General de Travel Shop
“Cuando recibimos un cliente que tiene en la mente el “viaje de su vida”, las expectativas a cumplir son muy altas; por eso adaptamos cada viaje a las necesidades específicas del viajero”. Miguel Galicia, Travel Shop.
No hizo falta un escenario sofisticado para que una amena plática fluyera con Miguel Galicia, director general de Travel Shop; dos sillas y el entusiasmo por contar su experiencia fueron suficientes.
Formado en el ramo
Miguel lleva más de 20 años en el medio; por mucho tiempo trabajó en otra mayorista (que hasta la fecha considera como su escuela de formación), y hace tres comenzó la travesía de dirigir una empresa propia: “Iniciar con Travel Shop fue un reto muy importante; después de aprender tanto en el medio de la tour operación era momento de emprender una idea, porque cuando tienes los conocimientos y contactos suficientes, aparecen nuevos horizontes”, relata.
Considera que una de sus mayores satisfacciones ha sido formar un equipo de trabajo como el que hoy tiene: “Estoy orgulloso de lo que hemos sido capaces de lograr en tan poco tiempo, de lo profesionales que son mis ejecutivos y lo ligero que resulta trabajar así, en definitiva el capital humano es lo más importante de una empresa”.
Conforme la charla avanza, se relaja aun más y platica sobre la transición de estar en oficina a manejar una empresa: “Yo no había descubierto hasta hace poco tiempo mis facultades comerciales (risas), era una persona de oficina, no conocía mi capacidad de relacionarme, aunque esto es de intuición y cuando sabes de tu negocio y te dejas orientar un poco, combinas dos cosas que pueden asegurar éxito”, dice muy seguro.
Filosofía personal y empresarial
Uno de los rasgos de Travel Shop son sus programas de viajes flexibles; ésa es la idea con la que fue concebida la mayorista, pues desde el punto de vista de Miguel hay que estar atentos a las necesidades de todo tipo de viajero. “Hay viajes muy costosos, ese famoso “el viaje de mi vida” que todos tenemos, y deben cumplir expectativas muy altas; por eso nosotros hacemos una sugerencia de itinerario, que adaptamos a lo que el cliente busca exactamente, además por supuesto de los circuitos tradicionales”. Parte de esta filosofía es lo que lo hace participar con el grupo empresarial de Mundo Joven, que tiene productos como hostales, agencias de viajes y giros tecnológicos alrededor del mundo.
Más allá de su profesión
Pero no todo es trabajo en la vida de Miguel; cuando tocamos la parte de gustos personales y pasatiempos, es imposible no perderse en la charla. Al estar en el medio turístico viene adherido el gusto por los viajes, pero confiesa que hay un pequeño detalle que no le causa mucha alegría, ¡preparar las maletas!: “Siempre termino empacando cosas que no me sirven de nada y le quitan espacio a lo que me quiero traer de regreso”, dice entre risas.
Para él, la clave de un viaje exitoso es hacerlo con la mente abierta: “Conforme vas viajando y creciendo, observas las fotos, los grandes monumentos que visitaste, pero te das cuenta de que el gran placer de viajar es conocer gente, adentrarte en idiosincrasias diferentes que con el paso del tiempo te convierten en una persona más tolerante y madura”, afirma. Es amante de viajar por México, con Oaxaca y Yucatán como algunos de sus destinos de preferencia; sin embargo, su especial afecto está en el norte, en los desiertos de Coahuila y la sierra de Chihuahua: “Son zonas que tienen mucho por explorar y que aun no conocemos”, asegura. Incluso comparte tips para visitar su hogar, la Ciudad de México, con restaurantes y hasta bares que son imperdibles para todos los que quieren experimentar la capital como todo un local.
De esta forma terminamos nuestra plática con Miguel, de quien no hay duda, pediremos un tip “comelón” o incluso de cine (también es amante del séptimo arte), la siguiente vez que lo veamos.