Las Vegas también es un destino para runners
Hablar de Las Vegas es hablar de la diversidad misma; es tratar de entender cómo esta ciudad fue creada a partir de nada, cómo en mitad del desierto surgió un destino de luces y atracciones infinitas y donde el agua, sinónimo de abundancia, se encuentra siempre presente.
Hablar de Las Vegas es recordar las décadas en que los casinos fueron el símbolo de la prosperidad que atraía a miles de personas; pero también es ver cómo esta ciudad se ha reinventado y hoy muestra un rostro mil veces más completo, donde los turistas pueden disfrutar de atracciones inimaginables como vuelos en helicóptero; viajes a la Presa Hoover y los parques nacionales cercanos; refrescarse durante el verano en sus increíbles beach parties amenizadas por DJ’s de fama mundial; pasar la temporada de conciertos de hotel en hotel y teatro en teatro, o ver una y otra vez los shows permanentes que llevan años deleitando a locales y visitantes; degustar una gastronomía tan variada como sorprendente con renombrados chefs, restaurantes con estrellas Michelin y opciones alternativas y deliciosas; realizar excelentes compras en sus malls y encontrar las mejores ofertas en sus Outlets; o asombrarse con sus muestras tecnológicas… y claro, tenemos que hablar sobre sus increíbles bodas que cada vez son más solicitadas, no sólo en su forma más tradicional en capillas al estilo de Elvis, sino en el desierto, en el Cañón del Colorado, a bordo de un auto antiguo y esperando tu turno en un drive thru, en la rueda de observación High Roller, en increíbles salones dentro de los mejores hoteles…
Quienes van a Las Vegas llegan con un sueño (o un capricho) por cumplir, y no se van decepcionados; ya sea que deseen manejar el auto más lujoso en una pista de carreras; pasear en buggies por el desierto; jugar golf con un toque de tecnología; rapelear por escarpadas rocas; disparar un arma de alto calibre en un ambiente 100% seguro… cuando crees que ya todo lo has visto, la ciudad te sorprende con algo nuevo; de verdad que allí se hace de todo, ¡y a lo grande!
Además, Las Vegas no “se duerme en sus laureles” y busca hacer más, sorprenderte más, así que siempre encontrarás novedades al caminar por sus calles; detalles sencillos y hermosos como las esculturas Bliss Dance en The Park o enormes como la T-Mobile Arena, a las cuales les seguirán cosas todavía más grandes como el Estadio para la nueva franquicia de los Raiders que ahora jugarán allí; nuevos hoteles como el increíble Resorts World con temática china, que inaugurará en 2018; un The Park todavía más grande; posibles nuevos auditorios o arenas, y cada vez más elaboradas convenciones de todo tipo.
Una experiencia inolvidable
Hablando de reunir a miles de personas con gustos afines en un mismo lugar, Las Vegas (que es creadora de emociones por sus juegos, deportes y shows) se rebasa a sí misma al procurar una sensación más: la de la superación personal. Esa necesidad que tenemos de retarnos a nosotros mismos y empujar nuestros límites al máximo se combina con un destino que, al ser recorrido desde el asfalto (con una perspectiva totalmente diferente que hacerlo sobre la banqueta), recorriendo metros y centímetros a toda velocidad sin preocuparte por los semáforos, concentrado en lo que tienes delante de ti pero al mismo tiempo contemplando la ciudad de otra forma, ¡y además haciéndolo de noche!, completando una experiencia que es difícil de olvidar para cualquiera que la viva.
Nos referimos al Rock & Roll Marathon Las Vegas 2016, que este año reunió a decenas de miles de corredores para romper sus propias marcas en las distancias de 5K, 10K, medio maratón o maratón.
Quienes disfrutamos el running vivimos ese viaje con un ingrediente extra: la emoción. Comenzando por la preparación de la maleta, donde debes prestar atención a lo que empacas para que nada te falte, siempre incluyendo tus shorts y playera favoritos, el par de tennis con los que te sientes más cómodo y por supuesto los artículos que te darán valor a media carrera: una foto, un amuleto…
Tomar el vuelo, sentir una descarga de adrenalina al aterrizar en el destino, llegar al aeropuerto y tomar el auto son los siguientes pasos; para ABZ Turístico fue nuestra primera participación y en nuestro caso nos encaminamos hacia el icónico Hotel Bellagio (símbolo de Las Vegas con sus mundialmente famosas fuentes que comienzan a danzar desde la mañana y terminan su espectáculo a la medianoche), siendo este hotel la sede donde durmieron los más de 100 corredores provenientes de todo el mundo, invitados por la Autoridad de Visitantes y Convenciones de Las Vegas (LVCVA, por sus siglas en inglés).
El contingente mexicano
Fuimos tres los primeros en llegar a la cita: Benjamín Díaz, presidente y CEO de Ad Nova Comunicación Estratégica, quienes representan a Las Vegas en México; la colega de medios Susana Moscatel; y un servidor. Mientras esperábamos al resto del equipo mexicano, pudimos disfrutar de nuestra primera comida juntos en el restaurante Mon Ami Gabi del Hotel Paris, con una hermosa vista del Strip y disfrutando de las icónicas fuentes del Bellagio de fondo; el simple hecho de encontrarnos allí, observando pasar a las personas que día y noche abarrotan el Strip, fue el mejor inicio para disfrutar la ciudad.
Por la noche y ya después de descansar un poco, se reunió todo el equipo. Se sumaron Ricardo Enríquez, gerente comercial de Mega Travel Occidente; Jesús Hernández, director general de GT Travel; y el bloguero e influencer de Instagram Manuel Espinoza, mejor conocido como Manu Manuti, además de nuestro anfitrión que en todo momento estuvo con nosotros y siempre participó en cuanta actividad tenía preparada la LVCVA, Fernando Hurtado, gerente de Ventas Internacionales Latinoamérica para la oficina (y quien también participaría en la carrera, en su edición de 10K).
Disfrutando de las alturas
Para estirar las piernas y pensando ya en la carrera que estaba a menos de 24 horas de distancia, Fernando nos invitó a contemplar esta ciudad que tanto ama, pero de noche y desde el aire, una experiencia que difícilmente podremos olvidar.
Hicimos el viaje a bordo de un ECO-STar de Maverick Helicopters, sintiéndonos como en otro mundo al sobrevolar el Strip y tratando de absorber todo: los hoteles, la rueda de observación, las luces de Fremont Street y tantas maravillas nocturnas desde un ángulo diferente.
Alimentando cuerpo y mente
Parecería increíble que en un viaje donde el objetivo principal era el deporte, pudiéramos disfrutar tanto de la cocina de un destino con tantas opciones gastronómicas, ¡pero así fue!
El legendario Joe’s Stone Crab tiene más de un siglo consintiendo a los amantes del cangrejo, los cortes y el pay de limón, y más de 12 haciéndolo en la Capital Mundial del Entretenimiento, dentro de The Forum Shops; la cena de bienvenida internacional al Maratón se llevó a cabo en este lugar, donde las carnes perfectamente doradas por fuera y rosadas y jugosas por dentro compiten con las tradicionales tenazas de cangrejo, frescas ensaladas, mariscos y mucho más.
Por su parte, el Wynn Las Vegas está acostumbrado a recibir a comensales de todos los rincones del mundo, y sus opciones de comidas y cenas son casi infinitas. El Wazuzu, en el área del hotel Encore, sorprende desde la entrada con su impacto visual: un enorme y ondulante dragón de cristal que te recibe mientras a un lado y otro del pasillo unas doradas peras adornan el lugar y abren el apetito. Y al ver su menú, esto no hace más que aumentar, ya que sus opciones abarcan desde lo estrictamente vegano hasta el festín más repleto de carne, pasando por deliciosas creaciones como sus “Drunken Noodles”, una fresca langosta de Maine o un delicioso arroz frito con piña. Susan Salazar, gerente de Ventas al Turismo del Wynn, nos acompañó a perdernos en esta sinfonía de sabores.
Momentos de preparación
Para quienes nos gusta viajar, el buen comer y el deporte, la experiencia fue increíble por partida triple; las sensaciones están a flor de piel y la emoción de asistir a la Expo del Maratón, buscar tu número, recibir tu kit de corredor, suman para que la adrenalina previa te invada todo el cuerpo. Tuvimos la oportunidad de recorrer la Expo, admirar los productos con tecnología de punta para runners y tomarnos fotos en los paneles que demuestran la tecnología con lo que se hace todo, absolutamente todo en la ciudad, conviviendo con corredores de Latinoamérica, saludando a los internacionales y recibiendo la amabilidad y trato servicial de los voluntarios, jóvenes en su gran mayoría.
La mejor manera de prepararse para un evento que exige tanta energía como una carrera es comer carbohidratos, ¡muchos carbohidratos! Los encargados de llenar los estómagos de los corredores de más de 10 países del mundo la noche anterior al maratón fueron los chefs de Carmine’s at Caesars Forum Shops; con 19 salsas diferentes para acompañar nuestro espagueti, pan de ajo caliente y champiñones rellenos, además de un rico pollo y, ¡claro!, buenísimos postres, la noche transcurrió rápido y terminamos con una colección de platos vacíos frente a nosotros. Allí fue donde por fin pudimos convivir con los participantes de todo el mundo, ya que en nuestra mesa también había brasileños y canadienses, y el lugar estaba repleto de medios, mayoristas, agentes de viajes, invitados de líneas aéreas y más.
Después de la cena nos dirigimos hacia el hotel Mandalay Bay, el cual alberga uno de los espectáculos más emotivos para todos quienes crecimos en los años ochentas y noventas, un homenaje al inigualable rey del pop, Michael Jackson. En Michael Jackson ONE by Cirque du Soleil no sólo escucharás los más grandes éxitos del genial bailarín, compositor e intérprete que era MJ, sino que los experimentarás de manera aumentada gracias a las increíbles coreografías y acrobacias a las que Cirque nos tiene acostumbrados. De verdad que haber sido testigos de este viaje hacia el pasado nos puso la piel chinita (y los ojos un poquito húmedos).
¡Tres, dos… uno!
El maratón de Las Vegas se vive de manera especial, ya que estamos acostumbrados a que éstos sean muy temprano por la mañana; sin embargo, como éste es nocturno, los participantes podemos despertarnos sin estrés y disfrutar de unos minutos más para mentalizarnos y prepararnos lo mejor posible. La mañana de la carrera, terminamos la preparación en el restaurante Jasmine del Bellagio con un delicioso brunch (ligero pero variado para mantener la energía al máximo), al mismo tiempo que nos relajábamos en la contemplación de las fuentes, ahora desde adentro y con una perspectiva muy diferente.
Lo que creímos sería nuestra última reunión a las afueras del Yellowtail (restaurante del Bellagio que sirvió como punto de partida para cada una de las actividades del FAM) nos vio llegar ya listos para correr, en shorts y con nuestro número pegado en la playera, el chip listo y nosotros, lo más preparados que se podía. Cruzamos el hotel caminando, atravesando dos propiedades más hasta llegar al monorriel que nos llevaría hasta su última estación (frente al MGM), donde se encontraban los “corrales” (tu área de salida, asignada según tu número y color dependiendo de los tiempos que has hecho en tus carreras anteriores).
Es increíble la sensación de ir caminando y comenzar a ver personas de todas las edades estirando. Como es una carrera especial, los corredores también lo son: podías encontrarte al Capitán América, a Elvis, a la Mujer Maravilla, Hulk y un sinfín de personajes preparándose para arrancar. Y si existía cualquier duda en nuestras mentes (“¿Podré terminar”? “¿Tendré la condición suficiente para lograrlo?”), al momento de ver a señores de más de 80 años calentando te contagiabas de su fortaleza y tu ánimo subía hasta el cielo.
Y como estás en Las Vegas, ¡no podía faltar el gran concierto previo al arranque! En esta ocasión Snoop Dogg fue el encargado de inyectar de ánimo a los corredores con sus canciones irreverentes que relajaban los músculos; incluso si no eres fan de su música, no podías más que zambullirte en el peculiar ambiente y reconocer su carisma y simpatía.
Y ahora sí, ¡comienza a salir el primer corral! Empieza la primera cuenta regresiva y truenan los fuegos artificiales. Esa emoción del “Ya casi me toca” se libera y comienzas a disfrutar la carrera ; todos esos pensamientos o posibles inseguridades se van despejando y les dan paso a una emoción indescriptible.
¡Ya es tu turno! Comienzas a buen paso, administrando tus fuerzas; los kilómetros vuelan bajo tus pies y cuando el dolor comienza, cuando percibes cualquier indicio de un desajuste físico, si acaso tu mente comienza a jugarte malas pasadas, las increíbles porras de miles de personas que permanecen a lo largo de todo el recorrido para levantarte el ánimo lo mitigan todo, así como las bandas y cantantes que te animan (sí, a ti) y con su música te empujan a correr un kilómetro, un metro más. El pensar que en la meta hay alguien esperándote, aunque sea de manera virtual, te motiva para dar otro paso; pero sobre todo, estás corriendo por ti, estás afrontando un reto contra ti mismo. Y cruzar la meta después de todo este cúmulo de sensaciones y pensamientos da una satisfacción individual que pocas veces es superada.
¿Y después…?
Al haber terminado todos con diferentes tiempos y tener recuperación diferente para cada uno, podríamos no habernos visto más. Sin embargo, nuestro líder Benjamín Díaz no nos permitió despedirnos por teléfono de los amigos, así que nos invitó a cenar una hamburguesa… en el Yellowtail, ¡al que por fin entramos!
La despedida fue muy emotiva; compartimos nuestras anécdotas de la carrera, cómo nos fue, nuestros tiempos, acompañados de una muy merecida cena y una cerveza para brindar por nuestros triunfos personales que en ese momento eran colectivos, agradeciendo a Benjamín Díaz por la invitación y quedando todos de volvernos a reunir el año que entra para revivir esta increíble experiencia.