Letras con sabor a Mar 155
Preparando maletas 6 meses antes….
Un viajero profesional me hizo la siguiente recomendación y desde entonces así empiezo yo a viajar: preparando maletas 6 meses antes de salir de viaje; es una forma metafórica de decir que hay que prepararnos física, mental y culturalmente para un viaje, y no puedo imaginar ninguno sin estos meses de emocionante logística previa.
Si es un viaje de familia, debemos contemplar las edades de los niños, al final son ellos los que de alguna manera determinan las actividades que realizaremos; si es un viaje entre amigos, ver los gustos y las prioridades de los integrantes, establecer reglas de juego y respetarlas; si es un tour organizado, investigar perfectamente cuáles son los puntos a visitar, qué cubre el costo del mismo y cuáles son nuestras expectativas; si es un viaje en pareja, tener bien claro lo que se quiere hacer, ver, comer y comprar, para que no lleguen las sorpresas; y el viaje en solitario es quizá donde más se aprende del país, de su gente, pero sobre todo de uno mismo.
¿Que se busca cuando uno viaja? Diversión, conocimiento, experiencia, recuerdos, bagaje que se lleva uno puesto y de uno depende que sea una maleta de buenos y bellos recuerdos. ¿Cómo prepararse? Definiendo; enfocándose; planeando; estudiando cada detalle, desde cómo salir de casa y qué llevar, hasta cómo llegar al destino, la estación del año en que se puede y quiere viajar, qué medio de transporte, qué hacer, qué visitar, dónde comer y dónde dormir, cuánto quiero y puedo gastar…
Si uno empieza con estos meses de investigación, tenemos tiempo para hacer cambios en papel y ver los pros y contras de ciertos destinos; si lo vemos con anticipación, podemos hacer reservaciones que nos aligeren el costo económico de los viajes; si tenemos el tiempo a nuestro favor, encontraremos lugares interesantes por sus festividades y aprenderemos más de un destino gracias a que lo visitamos en fechas importantes para la comunidad.
Aún recuerdo un viaje maravilloso que hice por el sureste mexicano. Llegando en septiembre a Juchitán, al cierre de la festividad de “Las Velas”, pude disfrutar del matriarcado maravilloso que se vive en las comunidades oaxaqueñas, donde es la mujer quien celebra y es el marido quien cuida la fiesta; ellas, ataviadas con sus mejores galas y cargadas de sus mejores joyas, de una filigrana maravillosa; ellos, llevándole siempre su cartón de cerveza a su mujer para que celebre. Y al día siguiente tuve un encuentro sorpresivo con Francisco Toledo, gran pintor juchiteco, para ver su genialidad y su arte, su sencillez en su profundidad.
Cuando se habla de viaje, para mí se incluye dónde voy a comer, qué voy a comer y qué sorpresas me puede deparar un destino; empezar a salivar antes de probar los platos típicos y tradicionales de un lugar, los del diario y los de las fiestas, y poder soñar con un platillo con anticipación le da sabor al viaje. Es lo mismo si estudiamos, podemos conocer con anticipación los paisajes que nos iremos encontrando, haciendo que nuestro aprendizaje y nuestro recuerdo sean más fuertes; a mí mis recuerdos de ese conejo en mole amarillito todavía me hacen agua la boca…
Atrevámonos a organizar maletas con 6 meses de anticipación, gocemos con esa preparación de viaje, hagamos planes y dejemos que el camino nos vaya marcando el ritmo de unas vacaciones memorables, que podemos empezar a disfrutar con antelación. Soñar no cuesta nada, planear el viaje tampoco, y esto nos puede motivar a salir de casa, encontrar una experiencia maravillosa, ¡sólo es cuestión de atreverse!
Como decimos en casa: “ya estoy con el pie en el estribo”, feliz planeación para todos.
…Y UN ANEXO.
Voy regresando de tener una experiencia gastronómica maravillosa y mis recuerdos hoy más vivos que nunca, después de una memorable comida en el restaurant Emiliano Comida y Vino, de la ciudad de Tepic, con los sabores de la chef oaxaqueña Pilar Cabrera; ella es la chef invitada del chef Marco Valdivia, titular del Emiliano; son parte del XIX FESTIVAL INTERNACIONAL GOURMET PUERTO VALLARTA-RIVIERA NAYARIT- TEPIC, que se llevó a cabo en la capital nayarita.
Oaxaca me invade los sentidos de mil formas; me encantó ver la pasión de Pilar cuando habla de la gastronomía oaxaqueña y del amor por su restaurante en la capital de su estado, La Olla, la emoción de traer a un estado que no conocía los sabores de su tierra. Llegó cargada de sus garnachas itsmeñas, tlayudas de Tlacolula, molotes, chapulines, quesos de Mitla, salsas de gusanito de maguey, frijol santanero, sus moles (negro, amarillo, coloradito, manchamanteles), sin faltar un mezcal maravilloso y dulces que nos hacen suspirar, como su flan de rosita de cacao, un pastel de chocolate con los tonos inconfundibles de Oaxaca, un sorbete espectacular de rosas de Mitla, tamal de calabaza Tamala, un helado de poleo…. Es un lujo tener a Oaxaca en nuestro estado, es un esfuerzo de las dos empresas, el chef local y el invitado, es tener en bandeja de plata un manjar…. Así que, si bien hoy no hay planeación para irnos de viaje gastronómico, organicen uno y en los próximos días deléitense con un festín de sabor, ¡a disfrutar!