¡Nos vemos en Los Mochis!
Sinaloa, el estado tomatero por excelencia, tiene además un sinfín de destinos que cada día resultan más atractivos para los mexicanos y los extranjeros que los visitan. Y entre ellos, uno de los más hermosos por su riqueza natural y cultural es la ciudad de Los Mochis.
Un valle bendecido
Ubicado dentro de una hermosa planicie a menos de media hora de las playas de Sinaloa, la cabecera del municipio de Ahome le debe su nombre a una pequeña planta llamada “mochic” (“tortuga de tierra”); la joven ciudad de Los Mochis fue fundada en 1903 y desde su inicio el crecimiento ha sido constante y ordenado. Hoy en día es uno de los emporios agrícolas más grandes de nuestro país, y la ciudad ha evolucionado a la par de sus industrias, incluyendo la turística.
Hoy Mochis es considerada como la puerta de entrada al circuito de Barrancas del Cobre, donde puedes vivir la experiencia inigualable de viajar en tren y cruzar infinidad de climas y paisajes increíbles, desde el desierto hasta las montañas nevadas, además de cascadas, cañones, lagos y muchos, ¡muchísimos túneles y puentes!; toma el tren justo desde Mochis, su estación de arranque, y disfruta de hermosas vistas y aventuras, rica gastronomía tarahumara y norteña, pueblos coloniales, cómoda hotelería y sobre todo la convivencia con diversos pueblos a lo largo de su ruta.
Para todos los gustos
Si deseas empaparte de Historia, puedes visitar El Fuerte, un pueblo colonial a menos de hora y media de Los Mochis, donde podrás pasear por su Museo Mirador, conmemorativo del antiguo fuerte que servía para defender a los pobladores de los ataques indígenas; vive su mezcla de culturas indígenas y católicas o piérdete contemplando los petroglifos del Cerro de la Máscara, muestra actual de la actividad precolombina milenaria de la zona.
Para los amantes de las playas y la tranquilidad que les produce tumbarse bajo la sombra de una palapa para disfrutar de un delicioso platillo de mariscos frescos, a 30 kilómetros de Los Mochis encontrarán la Bahía de Topolobampo, donde no sólo podrán hacer eso sino que podrán entrar en contacto con la naturaleza de la región, que incluye una gran variedad de aves y peces, así como delfines silvestres y más mamíferos que rondan sus aguas, esperando saludarlos. También puedes nadar en El Maviri, y visitar sus maravillas naturales como La cueva de los murciélagos (no apta para personas fácilmente impresionables, porque literalmente verás a miles de estos animalitos salir de su hogar para cazar por la noche).
O simplemente ponte zapatos cómodos y camina por el centro de Los Mochis; te sorprenderá el orden de sus calles bien trazadas y bordeadas de árboles, así como el sinfín de atractivos urbanos que encontrarás.
Su jardín Botánico Benjamín Francis Johnston, cuyo nombre es un homenaje al empresario azucarero que hizo de este valle su hogar y ayudó a la fundación de la ciudad, es junto con el Parque Sinaloa un pulmón natural y alberga especies de todos los rincones de México y el mundo.
Sube el Cerro de la Memoria, donde a mediados del siglo pasado reinaba un enorme Faro y que hoy guarda algunas de las mejores vistas de la ciudad; y de regreso, pasea por el Parque de la Pérgola, donde sinfín de leyendas se han forjado con los años. Y después de todo un día disfrutando del aire libre, dirígete a la Plazuela 27 de septiembre, donde podrás relajarte y escuchar música en vivo, acompañando la fresca tarde-noche.
Panza llena…
Claro, no puedes dejar de degustar lo más selecto de la gastronomía sinaloense, y Los Mochis es el lugar ideal para hacerlo. Desde una machaca o un riquísimo pescado zarandeado, hasta unos taquitos de lengua o un picosito aguachile.
Los Mochis es una ciudad que cada día sorprende más a propios y extraños por sus riquezas que van más allá de una economía estable, y conforma un destino que vale la pena visitar. Así que ¡Nos vemos en Los Mochis!